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Cada nuevo ciclo trae consigo decisiones clave, y Xabi Alonso no ha tardado en marcar territorio. Desde su llegada al banquillo del Real Madrid, el técnico vasco ha empezado a construir los cimientos de su proyecto. Mientras el club afina detalles para el próximo Mundial de Clubes y perfila la temporada venidera, hay un nombre que ha captado toda la atención, Brahim Díaz.
Tras analizar con detenimiento la plantilla, Xabi Alonso ha sido tajante. El internacional marroquí debe quedarse. Para el nuevo entrenador blanco, Brahim no es uno más. Su talento, su capacidad de adaptación y su versatilidad en esquemas de presión alta lo convierten en una pieza clave.
Aunque los focos suelen irse hacia figuras como Mbappé, Vinicius, Bellingham o Courtois, Xabi Alonso no tiene dudas. Brahim Díaz es insustituible para el modelo de juego que busca implantar en el vestuario merengue.
El peso simbólico del primer pedido de Xabi Alonso
La etapa de Xabi Alonso comenzó en un contexto de renovación total. Con la salida de Carlo Ancelotti y una campaña sin títulos que dejó más preguntas que respuestas, el Real Madrid necesitaba señales claras de liderazgo. Y Xabi Alonso no tardó en darlas. Su primer pedido no fue un fichaje galáctico, sino un gesto cargado de mensaje, blindar a Brahim Díaz.
Desde el primer contacto, el nuevo míster fue claro con el jugador. No quiere que se vaya. No es una solicitud aleatoria. Xabi Alonso está convencido de que puede sacar lo mejor de Brahim, ese mismo nivel que mostró hace un año cuando era uno de los revulsivos más letales del equipo en el Santiago Bernabéu. El mensaje desde el cuerpo técnico es directo y transparente. Hay confianza total y un plan para devolverle protagonismo.
La elección no es menor. Apostar por un futbolista que ha sido cuestionado en los últimos meses no solo habla del ojo futbolístico de Xabi Alonso, sino también de su intención de dar nuevas oportunidades a quienes todavía tienen mucho que ofrecer al club.
Brahim, clave para la nueva identidad táctica de Xabi Alonso
Para Xabi Alonso, Brahim no es solo un jugador con talento. Es una pieza estratégica para lo que quiere construir en el campo. En su visión, el marroquí encaja a la perfección en un modelo que se basa en la presión intensa, la recuperación alta y las transiciones verticales. Su dinamismo, su lectura táctica y su compromiso sin balón lo hacen ideal para este tipo de juego.
Pero no todo es pizarra. El entrenador Xabi Alonso también ha detectado algo más profundo. Brahim necesita continuidad, motivación y respaldo emocional. Las últimas lesiones y un rendimiento irregular habían nublado su panorama, pero Alonso quiere cambiar eso desde el primer día. Lo visualiza como una figura clave, capaz de marcar la diferencia cuando el Madrid busque levantar trofeos.
Además, en un equipo plagado de estrellas, contar con futbolistas que entienden el juego desde el colectivo es una ventaja. Y Brahim, según Xabi Alonso, puede ser ese nexo entre el talento individual y la estructura colectiva. Una especie de puente entre el vértigo ofensivo y la solidez táctica que pretende instaurar.
