El nombre de Kike Salas ha irrumpido con fuerza en las portadas por motivos extradeportivos. El jugador del Sevilla FC se encuentra en el ojo del huracán tras destaparse un entramado de apuestas ilegales en el que estaría directamente implicado. Según ha revelado una investigación de la Policía Nacional, Salas habría creado varias cuentas falsas para realizar apuestas en su propio beneficio, centradas en ser amonestado con tarjeta amarilla durante encuentros oficiales.
La trama no se limitaba únicamente a su participación directa. El defensa sevillista habría contado con la colaboración de amigos y familiares para ejecutar las apuestas y así repartir los beneficios obtenidos. El modus operandi consistía en apostar cantidades moderadas para no levantar sospechas, pero repetidas en múltiples plataformas. Las apuestas siempre iban dirigidas a eventos controlables, como recibir una amarilla, lo que permitía a Salas influir directamente en el resultado de las mismas sin alterar de manera drástica el desarrollo del partido.
Cinco partidos bajo la lupa
La Policía Nacional ha detectado apuestas sospechosas en hasta cinco encuentros de la temporada 2023-24 en los que participó Kike Salas. En todos ellos, el jugador fue amonestado con tarjeta amarilla, un patrón que ahora ha levantado todas las alarmas. Las investigaciones apuntan a que estas tarjetas no fueron fruto de la casualidad, sino de acciones deliberadas por parte del futbolista, con la intención de validar las apuestas previamente colocadas.
Estas actuaciones han sido clasificadas como posibles casos de amaño de partido, al menos en lo relativo a acciones individuales, lo cual podría acarrear sanciones tanto deportivas como penales. La Liga ya ha sido informada de los hechos y se espera que en las próximas semanas se abra un expediente disciplinario que podría derivar en la suspensión provisional del jugador, mientras se esclarece el alcance total de la trama.
El Sevilla FC, a la espera de avances en el caso Kike Salas
Desde el Sevilla FC no ha habido pronunciamiento oficial más allá de confirmar que están al tanto de la investigación y que colaborarán con las autoridades. En cualquier caso, la situación de Kike Salas compromete gravemente su futuro inmediato en el club, ya que en Nervión no tolerarán ningún tipo de conducta que afecte a la integridad del equipo y del deporte en general.
Además del daño reputacional, este escándalo podría afectar la planificación deportiva de un Sevilla FC ya inmerso en una etapa de reconstrucción. Por su parte, Salas permanece en silencio, aunque su entorno asegura que está dispuesto a declarar y aclarar su versión de los hechos. Sin embargo, el caso está en manos de la justicia, y todo apunta a que este será un proceso largo que podría marcar un antes y un después en su carrera profesional.
