Más allá del significado simbólico que representa la misa inaugural del pontificado del Papa León XIV, la ceremonia ha dejado una imagen que ha dado la vuelta a los titulares de España: la reina Letizia ha asistido vestida de blanco y con mantilla, atuendo inédito que no usaba desde su boda en 2004. Junto al rey Felipe VI, los monarcas representaron a España en este evento de alto valor para la Iglesia católica y el protocolo diplomático internacional.
Los Reyes, con su presencia en Roma, reforzaron su papel en el ámbito internacional y han subrayado la importancia que el país sigue teniendo en las relaciones con el Vaticano y la iglesia católica en general. La imagen de los monarcas saludando al Papa León XIV ya es parte de la historia reciente de la monarquía española.
3Protocolo, tradición y mensaje político

La reaparición de Letizia utilizando la mantilla parece ir más allá del protocolo. En diplomacia, la imagen expresa tanto como las palabras. En este contexto, la vestimenta de la Reina puede considerarse como un gesto a la tradición católica y a la historia compartida entre España y el Vaticano.
Sin embargo, este guiño llega justo cuando se ha reavivado la polémica sobre los escándalos que marcan a Letizia, los supuestos abortos, y el aparente matrimonio arreglado con Felipe VI, y la hipótesis de haberse saltado algunos protocolos eclesiásticos que pondrían en riesgo la legalidad del matrimonio por la iglesia.
Pero, usar esta mantilla echaría abajo todas estas especulaciones en su contra, ya que el llamado «privilegio del blanco» está reservado exclusivamente para algunas monarcas católicas de casas reales que mantienen una relación estrecha con la Iglesia católica. Entre ellas, además de la Reina de España, se encuentran la reina emérita Sofía, la Gran Duquesa de Luxemburgo o la reina de Bélgica.
Tal como recoge la revista Lecturas, «su look ha sido uno de los más elegantes y significativos que ha lucido en los últimos años», un detalle importante en el contexto de una monarquía que cuida su imagen pública después de tantos señalamientos.
Además, la presencia de los Reyes en Roma tiene un componente geopolítico mayor. España es uno de los países europeos con mayor tradición católica, y su monarquía conserva un rol especial en los actos vaticanos. La asistencia a la misa inaugural del pontificado del Papa León XIV demuestra continuidad institucional y fortalece los lazos diplomáticos con la iglesia.