Joan Laporta celebra a lo grande el título del Barça
El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, fue protagonista de uno de los momentos más comentados tras la consagración liguera del conjunto culé. Y es que, lejos de adoptar una actitud institucional o distante, el máximo dirigente azulgrana se lanzó de lleno a la celebración, compartiendo la euforia como si fuera un jugador más. Lo vivió en carne propia. En el vestuario, en la zona mixta y más tarde en plena noche barcelonesa. Laporta dejó claro que el título no solo era una conquista deportiva, sino también una especie de revancha emocional después de una temporada cargada de tensión.
El Barça selló matemáticamente LaLiga tras vencer por 0-2 al Espanyol, recuperando una ventaja de siete puntos sobre el Real Madrid, cuando solo quedan seis por jugarse. Aunque sobre el césped el festejo fue comedido, nada pudo frenar la explosión de alegría puertas adentro. Y allí, Laporta no fue un simple testigo. Fue uno de los grandes animadores del jolgorio blaugrana.

Joan Laporta, uno más en el vestuario del campeón
La imagen fue tan inesperada como poderosa. Joan Laporta, aún con el traje puesto y una sonrisa de oreja a oreja, saltaba y cantaba junto a los jugadores. “Ha sido una temporada histórica, contra todo y contra todos”, soltó con la voz quebrada por los cánticos, en la zona mixta del RCDE Stadium. Su emoción era tan evidente como contagiosa. Su conexión con el equipo fue total. “Estoy muy feliz de ver que el barcelonismo ha recobrado la alegría”, dijo con el rostro empapado, luego de ser literalmente bañado por los futbolistas.
El gesto, más allá de lo anecdótico, reflejaba una confianza mutua entre presidente, plantilla y cuerpo técnico. Laporta no escatimó elogios hacia quienes hicieron posible esta hazaña. “Estos jugadores, Hansi, con su staff y Deco con su equipo… es una temporada histórica”, repitió con énfasis. Una frase que no buscaba grandilocuencia vacía, sino subrayar el renacer de un proyecto que, con una base joven y valiente, volvió a enamorar al hincha culé.
Una Liga con nombre propio
En plena celebración, Joan Laporta tuvo tiempo para enviar un mensaje claro a los verdaderos protagonistas, los aficionados. “Es una Liga de los culés”, afirmó visiblemente conmovido. Y no solo por lo que se vivió en el campo, sino por todo lo que el club soportó fuera de él. “Ellos nos han dado su confianza. Es una victoria de los socios y socias del Barça, han llenado Montjuïc, se han desplazado…”, enumeró con orgullo. Para el presidente, este título tiene un sabor especial. No es solo una estrella más en el escudo, sino la validación de un proceso. Uno que comenzó con críticas, dudas y presión externa, pero que terminó con el equipo levantando el trofeo y recuperando su esencia.
“Con este equipo tan joven, tan descarado, el barcelonismo se ha vuelto a enamorar de su equipo”, aseguró. Según Joan Laporta, no se trata solo de resultados. Es la manera en que se ganó, el estilo con el que se compitió y la identidad que se defendió hasta el final. “Juegan desacomplejados, sienten los colores y diría que es una temporada histórica”, insistió.
Pero la fiesta no se quedó en el vestuario ni en la zona mixta. Joan Laporta, fiel a su estilo, trasladó la euforia a la noche barcelonesa, eligiendo la discoteca Luz de Gas como el epicentro del festejo. Acompañado por su directiva y con los trofeos en mano, el presidente fue recibido por una multitud que ya lo esperaba a las puertas del local. La escena fue narrada en vivo por Víctor Navarro en la Cadena COPE. “Hay mucha cola y mucha expectación porque saben que está el presidente dentro, y encima con las copas”. No era para menos. Lo que se vivía no era una celebración más, sino un momento de catarsis compartida.