El Clásico entre FC Barcelona y Real Madrid, disputado en el Estadio Lluís Companys, dejó una estampa inesperada, Robert Lewandowski, habitual referente ofensivo del conjunto culé, no disputó ni un solo minuto del encuentro. A pesar de estar en el banquillo y calentar durante buena parte del segundo tiempo, Hansi Flick decidió no contar con el delantero polaco, optando por mantener un enfoque más defensivo para conservar la ventaja obtenida en el marcador.
La decisión del técnico alemán no sentó bien a Lewandowski, quien se mostró visiblemente molesto tras el pitido final. El delantero, que arrastraba una lesión en el semitendinoso del muslo izquierdo desde el partido ante el Celta de Vigo, había trabajado intensamente para estar disponible en este encuentro. Sin embargo, su rendimiento en la vuelta de las semifinales de Champions frente al Inter de Milán, donde ingresó en los minutos finales sin mostrar su mejor versión, pudo influir en la determinación de Flick.
Un enfado que trasciende el vestuario
La ausencia de Lewandowski en las celebraciones posteriores al triunfo ante el Real Madrid no pasó desapercibida. Mientras el resto del equipo y la afición celebraban una victoria que dejaba al FC Barcelona a un paso de conquistar LaLiga, el delantero polaco se mantuvo al margen, evidenciando su descontento con la situación.
Este episodio pone de manifiesto la firmeza de Hansi Flick en sus decisiones tácticas, priorizando el rendimiento y la estrategia por encima de nombres y trayectorias. El técnico alemán ha demostrado no casarse con nadie, buscando siempre lo mejor para el equipo, incluso si eso implica dejar en el banquillo a jugadores de la talla de Lewandowski.
Hansi Flick impone su autoridad en el vestuario
Desde su llegada al FC Barcelona, Hansi Flick ha implementado una filosofía basada en la meritocracia y el rendimiento. Su enfoque táctico, caracterizado por una alta intensidad y presión constante, requiere de jugadores en plena forma física, capaces de mantener el ritmo durante los 90 minutos.
En este contexto, la gestión de Lewandowski se enmarca dentro de una política de rotaciones y sustituciones frecuentes, buscando siempre el equilibrio entre experiencia y frescura en el terreno de juego. La decisión de prescindir del delantero en el Clásico, aunque polémica, refleja la determinación de Flick por consolidar un equipo competitivo y adaptado a las exigencias del fútbol moderno.