La ciudad autónoma de Ceuta se enfrenta a un reto ineludible: descongestionar el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), cuya capacidad se ha visto superada por el número creciente de residentes. Ante esta situación, las autoridades han puesto en marcha medidas extraordinarias para trasladar a un grupo inicial de 46 extranjeros hacia la península, con el objetivo de recuperar la normalidad en las instalaciones.
Según informaciones de la Delegación del Gobierno en Ceuta, este primer grupo de personas ha abordado el ferry de las 10:30 horas con destino a Algeciras (Cádiz), donde serán reubicados en diferentes centros de Andalucía. La institución liderada por Cristina Pérez afirma estar trabajando «a contrarreloj» para lograr este cometido, ante una ocupación que supera las 600 personas en un recinto diseñado para 512 plazas.
Planificación de Nuevas Salidas y Comunicación con el Ministerio
Las autoridades de Ceuta mantienen conversaciones constantes con el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones para definir la fecha y el volumen de las próximas salidas de migrantes hacia la península. Fuentes consultadas por Europa Press han indicado que el número de personas que cruzarán el Estrecho en los próximos días podría llegar hasta 160, si bien la Delegación del Gobierno se resiste a confirmar datos exactos.
Estas medidas extraordinarias se iniciaron con la decisión del Ministerio liderado por Elma Saiz, que ordenó paralizar la acogida de nuevos residentes en el CETI, algo que no había sucedido ni siquiera cuando la ocupación superaba las 1.000 personas.
Perfiles y Planes de los Migrantes Que Abandonan Ceuta
Los 46 migrantes que este sábado partieron de Ceuta forman parte del programa de atención humanitaria y proceden, en su mayoría, de países como Guinea Conakry, Sudán, Argelia y Chad. Estos extranjeros abandonaron el CETI a pie hasta llegar a la Estación Marítima, donde abordaron el ferry con destino a Algeciras.
Entre ellos se encontraba un joven sudanés de unos 20 años que, si bien no era parte del grupo que partía, acudió a despedir a sus amigos. Este joven se mostró agradecido por la vida que le han brindado en el CETI, pero expresó su deseo de tener más «libertad» para «hacer turismo, conocer la ciudad y a las personas», y no sentirse «prisionero» del Centro de Inmigrantes. Asimismo, este sudanés espera poder estudiar Medicina, carrera que tuvo que abandonar en su país, y perfeccionar su inglés.
