Especial 20 Aniversario

Los médicos avisan de este aceite de cocina que usamos a diario y daña los órganos

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Los médicos nuevamente alertan a la población sobre el uso correcto del aceite. El uso cotidiano de un ingrediente tan común en nuestras cocinas como el aceite de cocina podría estar pasando factura a nuestra salud de manera silenciosa y preocupante. Los médicos han lanzado una advertencia sobre los riesgos asociados con el consumo de aceite reutilizado, una práctica extendida en España, especialmente en tiempos de aumento de precios del llamado ‘oro líquido’.

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A través de un estudio realizado por investigadores de la Universidad Central de Tamil Nadu en colaboración con la Universidad de Illinois en Chicago, se ha revelado que el uso repetido de este tipo de aceites puede causar daños graves en el hígado, los intestinos y, sorprendentemente, también en el cerebro.

Este descubrimiento pone de manifiesto la importancia de reconsiderar nuestros hábitos en la cocina, ya que freír alimentos con aceite reutilizado no solo afecta a su calidad nutricional, sino que también conlleva la formación de compuestos nocivos como acrilamidas y grasas trans. Además, según los hallazgos del estudio, este tipo de aceites recalentados puede desencadenar estrés oxidativo e inflamación en el hígado, así como daños significativos en el colon, lo que afecta negativamente al metabolismo de las grasas y, en última instancia, a la salud cerebral.

Estos resultados plantean interrogantes sobre la seguridad de una práctica tan arraigada en la cultura culinaria española y destacan la necesidad urgente de abordar este problema desde una perspectiva de salud pública.

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Consecuencias a largo plazo

Consecuencias a largo plazo

El riesgo de enfermedades neurodegenerativas asociadas al consumo de aceites recalentados es una preocupación creciente entre los expertos en salud. Estudios han demostrado que el calentamiento repetido de los aceites de cocina puede provocar la formación de compuestos dañinos, como grasas trans y aldehídos, que pueden afectar negativamente la salud cerebral a largo plazo. Esta exposición prolongada a compuestos tóxicos puede aumentar el estrés oxidativo en el cerebro y contribuir al desarrollo de trastornos neurológicos como el Alzheimer y el Parkinson.

Además, la investigación ha revelado que el consumo frecuente de aceites recalentados puede alterar el equilibrio fisiológico del eje hígado-intestino-cerebro, que desempeña un papel crucial en la función cerebral y el mantenimiento de la salud neurocognitiva. Estos hallazgos sugieren que las dietas ricas en aceites reutilizados pueden acelerar el proceso de neurodegeneración y aumentar el riesgo de padecer enfermedades como la demencia en etapas posteriores de la vida.

Ante estas evidencias, es fundamental tomar medidas preventivas para reducir la exposición a los riesgos asociados con el consumo de aceites recalentados. Esto incluye optar por métodos de cocción más saludables, como hornear, asar o cocinar al vapor, y limitar la reutilización del aceite de freír a un mínimo absoluto. Al adoptar un enfoque proactivo hacia la salud cerebral y seguir una dieta equilibrada y nutritiva, podemos proteger nuestra función cognitiva y reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas en el futuro.

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