Todos conocemos esa pesadilla, en primera o segunda persona: nos gusta ir de compras, pero esa vez tenemos que ir con niños. Ya sea con nuestros propios hijos, con nuestros hermanos pequeños,, o con sobrinos. Da igual, porque algo placentero puede convertirse en todo un caos del que te arrepentirás, como le pasó a alguna de estas personas
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1El niño 'pesao'
en todas partes, siempre hay un niño pesado que se aburre, que grita, y que chilla. Incluso están otros, que hacen tonterías. El de la foto, es el típico ejemplo de ese niño. Es un niño que cansa su madre, que no la deja comprar, y que hace cualquier tontería para llamar la atención.
Sí, es un niño al que, si tuvieras su edad, le darías una paliza sólo para que se callara. Porque hay niños pesados, y luego está este. Eso sí, tampoco se puede culpar al niño, porque la culpa también son de los padres, que permiten ese comportamiento. Si no saben controlar a su hijo, lo mejor es que me entretengan alguna forma, o que lo dejen el cuidado de alguien más mientras se van de compras.
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