Se nos ha repetido muchas veces, que lo mejor antes de dormir es tomar una cena ligera, preferiblemente un par de horas antes de acostarnos para no interrumpir el proceso digestivo. Pero de la teoría a la práctica hay un abismo en la mayoría de los casos, y es muy habitual cenar tarde y a veces, con mucha hambre, sin mirar demasiado qué tipo de alimentos ingerimos. El resultado: digestión pesada, peor calidad del sueño, hinchazón, gases, reflujo gástrico, incluso problemas metabólicos a largo plazo.
8PIZZA, DELICIOSA PERO ENEMIGA DE UN BUEN DORMIR
La pizza es una comida deliciosa, pero reúne varios de los elementos que nos pueden privar de un sueño de calidad, como salsa de tomate, carbohidratos refinados, o queso rico en grasa y lenta digestión. Curiosamente, la pizza es una cena muy recurrente, por su facilidad de preparación. Así que lo mejor es adelantar la hora de la cena y tomarla un par de horas antes de irnos a la cama.
