Hace mucho tiempo que los tatuajes dejaron de ser una costumbre exclusiva de estrellas del rock y delincuentes de diversa índole. Desde que esta forma de adornarse la piel comenzara a ponerse de moda y popularizarse, su visión ha cambiado a nivel social, siendo algo frecuente y aceptado por la mayoría de la gente.
Pero incluso así, hay expertos que alertan sobre lo poco recomendable que resulta tatuarse en según qué partes del cuerpo, por mucho que se trate de una decisión personal y que, al fin y al cabo, solo le afecta a uno mismo. Te contamos cuáles son las más significativas.
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El roce de la ropa, según comentan los dermatólogos, puede provocar que un tatuaje pierda su atractivo poco a poco, y sea necesario repasarlo ocasionalmente. Uno de los sitios del cuerpo que más sufre, en este sentido, son los pies. En concreto los tobillos (y también las espinillas).
Durante el inverno, los calcetines rozan mucho ahí. En verano, en cambio, con el uso de sandalias, sobre todo por parte de las mujeres, la cosa cambia un poco. Pero la época estival no dura para siempre, hay que tenerlo en cuenta.
