Alimentando los insistentes rumores de boda que cada vez suenan con más fuerza, Tamara Falcó e Íñigo Onieva han disfrutado esta Semana Santa de las vacaciones más especiales de sus vidas. Como si de una luna de miel anticipada se tratase, la Marquesa de Griñón y su novio han pasado unos días únicos recorriendo el país del que es originaria Isabel Preysler, Filipinas.
Un viaje muy especial que Tamara está compartiendo a cuenta gotas con sus seguidores de Instagram, dejándonos pequeñas píldoras de lo «maravillosas» que han sido sus románticas vacaciones con «el mejor compañero de viaje» que podría tener, con el que ha podido compartir «parte de la cultura de mis raíces».
Un viaje en el que ha habido tiempo para todo, ya que además de conocer Manila, han recorrido también Bohol – «otra parte de Filipinas. Emocionante, auténtica y llena de sorpresas. Son postales que quedan grabadas en mis recuerdos» – las «chocolate hills» – las famosas ‘colinas de chocolate’ del país asiático – Amanpulo – «una isla de aguas cristalinas y arena fina y blanca que parece harina» – e incluso Loboc, donde la enamorada pareja vivió una divertida aventura que quedará para siempre en su recuerdo: «El temido quad en mitad del tifón; llenos de barro Íñigo y yo, pero viéndole disfrutar como a un niño y a través de él, disfrutando yo también.» ha revelado nostálgica.
Pero, aparte de turismo, Tamara también ha aprovechado su viaje a Filipinas para visitar a su familia en Manila y presentarles a su novio. «Una familia unida en la distancia porque nuestras raíces son fuertes como lo son las sonrisas filipinas» ha destacado, confesando que «mis tías y primos nos recibieron con los brazos abiertos» y que le dio «pena» despedirse porque no sabe cuándo volverá a verlos.
«Si tuviese que quedarme con algo de esta isla de paz es con la gente que allí trabaja; no hay detalle que no cuiden ni mimo que les falte dar pero además, con una sonrisa. Es como siempre dice mi Madre ‘el verdadero lujo asiático’, una demostración de dedicación y paciencia y buena actitud ante la vida» ha admirado.
Y, acompañando estas preciosas reflexiones y este breve diario de lo que han sido sus vacaciones en Filipinas, varias imágenes en las que, más relajados que nunca, Tamara e Íñigo pasean por Manila – ideal el mono beige que ha lucido la socialité – posan ante las «chocolate hills» e incluso desafian al barro con un trepidante paseo en quad.
Pero si una nos ha llamado la atención especialmente es en la que dos Tamaras – sí, como lo oyes, la Marquesa de Griñón clonada – se ‘pelean’ por el empresario y, mientras una de ellas tira del brazo de Íñigo reclamando su atención, la otra le besa con pasión. Una manera muy divertida de reírse de los rumores que apuntan a que su novio es un mujeriego ¡Nos encanta!
¿Será el anuncio de su compromiso matrimonial el siguiente paso que dará la pareja, más cómplice y enamorada que nunca durante sus impresionantes vacaciones en Filipinas? Todo parece indicar que… ¡Sí!