Cuando Ronald Koeman tomó el mando del Barça el verano pasado, ya dejó muy claro a la directiva y a la secretaría técnica que había un grupo de jugadores con los que no contaba y que debían salir sí o sí del Camp Nou. Así, se marcharon nombres importantes en el club culé como Luis Suárez, Rakitic, Arturo Vidal o Semedo, entre otros.
Si fuera por Koeman, otros como Riqui Puig o Carles Aleñá se hubiesen ido también en verano. Pero, ante una temporada cuanto menos frágil y con muchas incógnitas en la plantilla y en mismo puesto del técnico holandés, el entrenador ha visto que hay algunos jugadores del equipo que cada vez lo ven con peores ojos, lo que podría hacer que su salida sea más temprana de lo esperado. Lo repasamos.
2Pjanic se acostumbra a su lugar de banquillo en el Barça
Ante esto, la realidad es que da la impresión de que al entrenador barcelonista no le gusta el bosnio, ya que está contando con él mucho menos de lo esperado y cuando juega siempre suele ser sustituido. A pesar de eso, el técnico justificó su decisión en rueda de prensa hace unos días.
Pero, desde su llegada a Can Barça, el balcánico tuvo todo tipo de trabas antes de su incorporación a su nuevo club y las ha pagado con un mitad de temporada en el que apenas está contando para Koeman. Pjanic se ha acostumbrado al banquillo ante la sistemática preferencia del técnico neerlandés por Frenkie de Jong y Sergio Busquets. En los últimos enfrentamientos, y sobre todo en los duelos decisivos como el del PSG, no hubo minutos para Miralem a pesar de que De Jong estuvo irregular y Sergio Busquets cuajó uno de los peores choques que se le recuerdan.





