Los motivos por los que el fichaje de Eden Hazard ha resultado un pufo

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La noticia en la previa del partido que jugaba el Real Madrid en la noche del miércoles frente al Valladolid era sin duda el retorno a la convocatoria de Eden Hazard, donde el jugador se mantenía alejado de los terrenos de juego desde que finalizara la pasada temporada. Sin embargo, y para males de los madridistas, el club comunicaba horas antes del encuentro la baja del belga por “una lesión muscular en la pierna derecha.

Una nueva lesión que hace replantear al Real Madrid si realmente su fichaje está saliendo rentable a pesar de que este es únicamente su segundo año en las filas blancas. Y es que el belga llegó como el gran fichaje mediático del Real Madrid (100 millones de euros con unas variables de hasta 40 'kilos') pero su primera temporada no ha sido más que un querer y no poder. Un espejismo entre lesiones del que Eden Hazard no consigue escapar ni en este primer embite de la nueva liga en la que Real Madrid tiene como prioridad. Lo repasamos.

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El sobrepeso, un asunto candente (y repetitivo)

Orgullo y despedida

Con todos estos síntomas, Eden Hazard no está para permitirse privilegios. Su historial blanco es claro, y con su bajo estado de forma debería poner más de su parte para recuperar la versión que deslumbraba. "No lo escondo. Soy alguien que coge peso rápido y lo pierde rápido. Cuando estaba en el Lille con 18 años, pesaba 72 kilos. Después, gané masa muscular hasta 75 kilos. En un mal día peso 77 kilos, pero pesaba 80 este verano. Lo perdí todo en diez días", explica.

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Y es que ha pasado de ser una anécdota a ser un verdadero problema para el conjunto de Valdebebas. Y gran parte del problema viene cuando al belga no le da demasiada importancia a esa plenitud física, también de peso y báscula. El año pasado se incorporó a la pretemporada del Real Madrid, la primera de su etapa, con sobrepeso. Tuvo una lesión muscular antes del inicio de la Liga contra el Celta. Frenazo en seco y volver a empezar para un jugador que tarda tiempo en coger el ritmo de competición. Cuando lo alcanzó (hizo partidos brillantes como el de Eibar) tuvo la mala suerte de la lesión.

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