Hay cientos, tal vez miles, de trabajos prescindibles. Esos trabajos que, cuando llegan los momentos difíciles, de vida o muerte, se revelan como trabajos innecesarios. La sociedad podría dejarlos de lado y todo seguiría más o menos igual. No sucede eso con las enfermeras, y lo hemos visto estos últimos meses.
Los profesionales sanitarios, junto a otro puñado de trabajadores, han demostrado ser los verdaderamente indispensables. Pocos trabajos tan duros, y a la vez tan gratificantes, como los suyos. El de enfermera puede ser un trabajo sucio en ocasiones, poco considerado incluso e ingrato muchas veces. Pero absolutamente imprescindible.
4Encender las lámparas
Sí, lo sé. Las enfermeras parecían más bien personal de mantenimiento y limpieza que personal sanitario. Además de limpiar y caldear el hospital ellas se ocupaban de limpiar y rellenar las lámparas de queroseno.
Y lo hacían a diario, para asegurarse de que los médicos tuviesen luz suficiente para trabajar en condiciones.