8Y no lleves la fuente a la mesa
Al principio esta idea puede resultarte estúpida, pero cuando la pongas en práctica, te darás cuenta de que no lo es en absoluto. ¿Recuerdas cuántas veces has caído en la tentación de ponerte un poquito más de comida a pesar de que ya te habías terminado todo lo que tenías en el plato, solo porque la comida estaba muy rica? Seguro que muchas... Y esto suele pasar porque llevas la fuente a la mesa. En lugar de eso, opta por servir la comida en la cocina y luego llevar los platos en la mesa. Esta es una forma de controlar mejor las cantidades que comes, y evitarás sumar unas cuantas calorías innecesarias cada día.





