Varios policías relatan la entrega de urnas a los mossos una vez terminada la votación del 1-O

Varios policías que testificaron este martes ante el tribunal que juzga el referéndum soberanista del 1-O relataron cómo a última hora de la tarde personas presentes en los colegios electorales entregaban voluntariamente las urnas a los mossos d´Esquadra entre aplausos y coreando el lema “ésta es nuestra policía”.

Así lo han contado varios agentes del servicio de información que asistieron a la entrega “aparentemente voluntaria” de las urnas a los mossos en varios colegios al finalizar el horario de votación. Según estos testigos, las urnas fueron trasladadas a vehículos policiales. El abogado Xavier Melero preguntó si la orden judicial de retirar las urnas se extendía a toda la jornada, dejando entrever que con esa actuación la policía autonómica estaba dando cumplimiento a lo mandatado por el juez.

Un inspector del Cuerpo Nacional de Policía, responsable de los agentes no uniformados en el distrito l’Eixample de Barcelona relató que el 1-O, cuando llegaron al centro Jaume Balmes, detrás de los funcionarios de orden público, “nos encontramos con una masa de unas 300 personas” realizando cánticos e insultando a los agentes. “Estaban situados en la puerta principal, de manera que “los funcionarios de la UIP (antidisturbios) tuvieron que retirarlos uno a uno para poder facilitar un pasillo”. Se formó un cordón para evitar que la gente se volviera a colocar en el mismo sitio, detalló, pero este cordón fue roto “una y otra vez por los empujones a los funcionarios”.

Una vez en el centro, se incautaron “tres urnas, material propio del referéndum, sobres, un terminal electrónico tipo tablet…”, así como un manual de instrucciones para realizar el referéndum. Cuando estaban abandonando el centro, “varias personas fueron siguiéndonos e insultándonos”, así que “fuimos escoltados por los funcionarios de policía”

Durante su declaración, el presidente del tribunal Manuel Marchena no permitió a la fiscalía hacer preguntas sobre lo sucedido en el colegio Ramón Llull por tratarse de un testimonio de referencia. Así, el fiscal Moreno continuó preguntando sobre los hechos ocurridos en el Colegio Diputación. El inspector relató que “por seguridad”, tras lo que había sucedido en el centro Jaume Balmes, se decidió no entrar.

El testigo también participó en controles en otros dos centros, donde su labor era “suministrar información al Cecor de todo lo que estaba pasando”. En estos centros la actitud de los mossos, destacó, “era pasiva, como de un día electoral normal, con los brazos cruzados”.

Ante las preguntas de Marina Roig, abogada de Jordi Cuixart, el inspector rechazó que tuviesen funciones de vigilar a mossos y apuntó que el objetivo era vigilar “el desarrollo del referéndum”. Asimismo, aseguró que desconocía si hubo agentes que grabaron las intervenciones. En último lugar, sobre las 12 personas heridas por la actuación policial en aquel distrito, el agente subrayó que no le constaba.

A continuación, testificó el inspector del Cuerpo Nacional de Policía, responsable de los funcionarios no uniformados del distrito Sants-Montjuïc de Barcelona. Este testigo participó en las incautaciones de material, procedentes de la sede de la ANC. Durante su declaración, explicó que el 20-S vio cómo tres personas metieron material en un vehículo, “hicimos un seguimiento de unos 15 o 20 minutos, hasta que paramos para identificarlos”.

En el maletero, detalló, “había dos cajas de grandes dimisiones con dos ordenadores portátiles y diverso material propagandístico”, así como petos de la ANC con lemas a favor del referéndum.

Ese mismo día, continuó, sobre las 18.15 horas, detectaron a un trabajador de la empresa de mensajería MRW que entraba en la sede de ANC. Tras el seguimiento y ser interceptado, el testigo explicó que en la furgoneta “había una serie de cajas que se correspondían con las que había sacado de la sede de ANC. Nos enseñó un alabarán en el que constaban cinco bultos y un sello de asamblea.cat con dirección a Hospitalet de Llobregat a dirección de Carles Cuevas”. Sobre un sexto bulto, apuntó que el trabajador de MRW les comentó que en la central le pondrían el albarán, ya que no sabía cuál era su destino. Todo este material fue incautado y se levantó el correspondiente acta.

A preguntas de las defensas, el inspector aclaró que hubo un mandamiento de entrada y registro a la sede de la ANC que fue denegado, sin embargo el 20-S acudieron allí porque su instructor se lo ordenó por si incautaban material que pudiera tener relación con el referéndum.

Además, el inspector explicó que en el distrito de Sants “no se realizó ninguna entrada, porque no había indicativo de las unidades de intervención policial”, de manera que tenían que informar de cómo se desarrollaba la jornada y, en su caso, hacer alguna grabación. Sin estas unidades era un “riesgo” acudir a los centros a requisar material electoral, porque eran los encargados de facilitar “la entrada, la estancia y la salida”.

A pesar de que no intervino en ningún centro, el inspector narró cuatro episodios en los que los mossos sacan las urnas de los centros de votación, al final de la jornada, mientras eran vitoreados por las personas allí congregadas. “Dos mossos sacaban urnas de los centros y las metían en un vehículo camuflado”, mientras la gente del colegio “hacia un pasillo y gritaban en catalán esta es nuestra policía”. En este sentido, apuntó que en un centro uno de sus agentes escuchó a un mosso informar a la gente de que llegarían las unidades de intervención.

El decimosexto testigo de la jornada hizo labores de información y afirmó que en los colegios a los que acudió “los mossos estaban actitud pasiva». A diferencia del último testigo del día que afirmó haber presenciado la entrega a unos mossos de cuatro urnas, éste aseguró que no vio “que nadie les diese las urnas después de la votación».