La Fiscalía confirma su petición de 9 años para el imán Shashaa

La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha confirmado este viernes ante la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional su petición de nueve años de prisión por un presunto delito de pertenencia a organización terrorista para el imán Hesham Shashaa, quien durante su declaración aseguró que vino a España para contribuir en la lucha contra el terrorismo.

Según ha informado, la fiscal Teresa Sandoval ha elevado a definitivas este viernes su escrito de acusación en el que asegura que el imán, en prisión provisional desde que fue detenido en 2017 en Teulada (Alicante), creó una organización asentada en dicha provincial desde donde habría extendido un ideario radical islámico y que servía de refugio a otros radicales del Estado Islámico retornados de Siria o Irak.

Aunque Hesman Shashaa defendió que era un hombre de paz, feminista y que llegó a España en 2011 para «combatir el terrorismo» y en la desradicalización de jóvenes; el Ministerio Público considera que es autor de un delito de pertenencia en organización terrorista.

Por ello, solicita nueve años de prisión e inhabilitación especial para empleo o cargo público por el mismo tiempo, a los que se sumaría una pena de inhabilitación absoluta para honores, empleos y cargos públicos e inhabilitación especial para ejercer en el ámbito docente, deportivo y de tiempo libre por 10 años.

Tras cumplir esta condena la fiscal pide que se someta a Shashaa a seis años de libertad vigilada para proceder a su «reeducación y alejamiento de posiciones extremistas que evite una reiteración delictiva». Se reclama asimismo el comiso de los bienes que fueron intervenidos a raíz de su detención.

PENAS ALTERNATIVAS

La Fiscalía ha introducido unas modificaciones en su petición e introduce dos condenas alternativas: La primera, siete años de cárcel como autor de un delito de captación y adoctrinamiento pasivo terrorista; y la segunda, cuatro años de prisión si el tribunal estima que el imán es autor sólo del delito de adoctrinamiento terrorista.

El escrito de acusación explica que dentro del organigrama de la organización, Shashaa sería un miembro asentado lejos de zonas de conflicto para poder acceder a las diferentes comunidades musulmanas que habitan en Europa.

El Ministerio Público se remonta a las actividades del acusado antes de su llegada a España en 2011, en especial su paso por Rumanía, donde le fue concedido el estatuto de refugiado en 1996 y donde se casó tras obtener el divorcio de su mujer jordana. Fue expulsado de Rumanía por formar parte de un grupo que buscaba la captación de jóvenes para enviarlos a entrenamientos a Afganistán y por actividades de espionaje.

Tras su expulsión –hecho que el acusado negó alegando que se marchó porque su vida corría peligro– llegó a Alemania en 2000, donde según la fiscal fue procurándose u currículum que le ayudó a ir progresando en la jerarquía islámica. Para ello acudió a la mezquita de Darul Quran en Munich, donde comenzó a labrarse un nombre como imán, concedía entrevistas televisivas, obtuvo tres esposas y se le relacionaba con personas de gran poder económico de Emiratos Árabes y Arabia Saudita.

La presión policial que despertaron sus actividades le obligaron a viajar a España, donde comenzó a invertir dinero en mezquitas como las de Almoradí, Teulada o Calpe (Alicante) y Torrente en Valencia.

Entre las actividades ilícitas cometidas por Shashaa en nuestro país, la Fiscalía de la Audiencia Nacional cita su aparición en mezquitas actuando como «un gran sheikh» (jeque), participando en conferencias laudatorias de los grupos terroristas y extendiendo un ideario islamista radical.

VÍDEOS ENALTECEDORES

Entre los vídeos que publicitaba, la Fiscalía destaca uno subido a la red social Facebook en el que enaltece a personas del Estado Islámico, menosprecia a las víctimas del yihadismo e incita a la comisión de delitos dictados por el Estado Islámico, además de defender la Sharia como modelo para regir todos los aspectos de la vida.

Otros indicios apuntados en el extenso escrito de acusación contra el acusados son su relación con una menor de edad alemana llamada Amina, a quien conminó a unirse Estado Islámico y casarse en Siria.

Según la acusación, los contactos del acusado con yihadistas del estado islámico quedan acreditados en las conversaciones intervenidas, donde presenta a España como un país idóneo donde poder conseguir los objetivos de la organización.

FINANCIACIÓN DE MEZQUITAS

Gran parte de la acusación contra el imán pivota en su actividad de compra y financiación de mezquitas, no solo en España sino también en el resto de Europa, disponiendo de grandes medios económicos para ello.

Recibió además según la investigación elevadas sumas de dinero, que le permitían mantener un elevado nivel de vida en nuestro país y que procederían de Alemania y de Emiratos Árabes. En este último caso parte del dinero provendría de un lado de la fundación Al Maktoum, que habría realizado aportaciones mensuales; mientras que desde Alemania destacarían dos cauces, la asociación islámica Darul Qurán y la Notaría Nietzsche.