Piotr Beczala y Sondra Radvanovsky abren temporada en el Liceu

El tenor Piotr Beczala y la soprano Sondra Radvanovsky abrirán la temporada 2020-2021 en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona este domingo, acompañados de Camillo Radicke al piano, con arias y dúos de Verdi, Puccini, Giordano y Mascagni con los que «ofrecer esperanza» a los espectadores.

Según ha recordado el director artístico del Liceu, Víctor Garcia de Gomar, se trata de la segunda vez que los cantantes actúan juntos en la sala, tras su «recordadísima» actuación en el 2019 de la ópera ‘Luisa Miller’ de Verdi.

Para Garcia de Gomar, tener a ambos cantantes en el teatro lírico es «excepcional», y ha asegurado que el dúo ya se ha convertido en una de las parejas más importantes del mundo de la ópera de la historia, junto a Plácido Domingo y Montserrat Caballé, entre otros.

El recital coincidirá con la inauguración de la primera exposición de la temporada en el Balcón Foyer, en la que el fotógrafo Paco Amate hará un recorrido por todos los títulos de la programación de la temporada, con una mirada «onírica y llena de texturas».

COMO EN CASA

Al ser preguntados por su decisión de venir a España, los dos cantantes han asegurado sentirse seguros aquí, y Radvanovsky ha dicho que el Liceu para ella ha sido como su casa, desde que debutó como protagonista de ‘Aida’ en el 2012.

También han explicado que, en la situación profesional en la que están ahora, ninguno ha sufrido especialmente el parón de estos últimos meses –que les ha servido para descansar–, pero han lamentado la situación de los artistas jóvenes.

MEDIDAS DE SEGURIDAD

El Liceu ha destinado 480.000 euros para garantizar el cumplimiento de las medidas de seguridad frente a la pandemia: habrá renovación de aire permanente, los asistentes recibirán una recomendación de la hora de llegada para evitar colas, no habrá servicio de guardarropía ni de venta de entradas físicas, y en su lugar habrá una ampliación del servició de atención al cliente, entre otras medidas.

Abrirá con el aforo limitado a un 50% –lo que suponen 1.144 localidades disponibles en el Liceu–, y los asistentes deberán sentarse en asientos alternos.

Pretenden mantener esta situación durante bastante tiempo para «dar la máxima estabilidad posible en la incertidumbre», aunque esto podría cambiar en el caso de que Barcelona entrara en el nivel tres de control epidemiológico, que pone un límite de 1.000 asistentes.

1.500 ABONADOS MENOS

También han explicado que abren temporada con 1.500 abonados menos, lo que supone un descenso del 11%, aunque han asegurado que en sus estimaciones presupuestarias habían previsto perder el 20% de los abonados.

Este descenso ha sido especialmente pronunciado en los turnos populares.