Gobierno aragonés prohíbe salidas y visitas a residencias en la capital

La consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, María Victoria Broto, ha comunicado que se van a prohibir salidas y visitas a las residencias de personas mayores de la ciudad de Zaragoza del 10 al 18 octubre, coincidiendo con los días en los que se deberían celebrar las fiestas del Pilar, suspendidas a causa de la pandemia del coronavirus.

En declaraciones a los medios de comunicación, con motivo de su visita a la residencia Pirineos de Zaragoza, ha informado de que el objetivo es evitar «cualquier tipo de contacto» para «proteger» a las personas mayores, a quienes ha asegurado que «van a estar bien» en sus centros.

Ha añadido que se va a hacer la misma recomendaciones a las residencias emplazadas en localidades en las que en estos días también se celebren fiestas, como Fraga o un barrio de Sabiñánigo. «En la misma normativa, se plantea que los centros residenciales lo prohíban en el mismo sentido», «dependiendo de la situación que tengan en cada localidad», ha apostillado Broto.

A su entender, «lo mejor es la precaución, también hablando en general, para preservar a la sociedad de esta enfermedad» y para eso hay que cuidar a los mayores «dentro y fuera de las residencias».

La consejera ha recordado que el pasado 25 de septiembre se publicó una orden para «flexibilizar medidas» en las residencias, en la que además de mantener las visitas con cita previa y paseos en su interior, se autorizan salidas de diez días con la familia, manteniendo las preceptivas «medidas de seguridad» y, con la obligación de hacerse una prueba PCR y mantener aislamiento al regreso al centro.

Broto ha esgrimido que a lo largo de la pandemia «nos ha preocupado mucho la seguridad de las personas mayores y que el virus no entre en las residencias, pero también que puedan tener relaciones y salir de su entorno», actuando «siempre de acuerdo con el Departamento de Sanidad».

BROTES

La consejera ha comentado que siguen cerrándose brotes en residencias y, si bien se abren nuevos, se deben a «contactos puntuales, que rápidamente tratamos de resolver, bien porque sean de trabajadores», a los que se sustituye, manteniendo una vigilancia sobre los residentes, o porque afecten a estos últimos, a los que se traslada a un centro Covid, «si es necesario», para atajar los contagios.

En relación con los centros Covid, ha subrayado su papel durante la pandemia y ha comentado que la residencia Pirineos es un ejemplo puesto que sufrieron en abril un brote que afectó a cinco residentes, asintonámicos, que fueron trasladado al centro Covid y esto permitió evitar nuevos casos.