Calvo elogia figura de Azaña porque entendió la complejidad de España

La vicepresidenta primera y ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática del Gobierno de España, Carmen Clavo, ha ensalzado este jueves la figura y el pensamiento político y humanístico del expresidente de la II República española Manuel Azaña, citando algunas de sus frases como la que pedía a los ciudadanos que no se separaran de la política porque «es lo único que salvará a todos».

«La desmemoria no es una opción, no es una opción para la vida individual ni para la vida colectiva de un pueblo. España no es diferente a otros países con dificultades con su Historia. Recordar a Azaña es una gran obligación. La Historia no se elige, se acepta y con ella se acepta la dignidad de formar parte del presente», ha comenzado Calvo su discurso en el acto de conmemoración del LXXX aniversario de su fallecimiento, celebrado este mediodía en el Ayuntamiento de Alcalá de Henares.

El acto, enmarcado dentro de la programación de las «XI Jornadas Azaña», organizadas por el Foro del Henares, con el apoyo y colaboración de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática del Ministerio de la Presidencia, el Ayuntamiento de Alcalá de Henares, la Universidad de Alcalá, la Fundación General de la Universidad de Alcalá y la Fundación Francisco Largo Caballero, ha tenido lugar en el Salón de Plenos Municipal y contó con la participación de Ángeles Egido León, catedrática de Historia Contemporánea de la UNED, además de la sobrina nieta del político, María José Navarro Azaña.

Allí la vicepresidenta ha recordado que el que fuera fundador de Izquierda Republicana, como indicó antes la académica Ángeles Egido, nació en Alcalá como otras grandes figuras que marcaron la Historia de España, un país «que lleva peleando más de 200 años por su modernidad y estar en Europa».

«Y ahí está la figura de Azaña, que tanto le debemos hoy y siempre. No ha tenido fecha de caducidad de su pensamiento. Hacía política desde los argumentos y reflexión profunda y por eso era creíble. Solo así se puede entregar la vida por una idea. Se puede morir por ideas, pero no matar por ellas», ha apostillado.

Según ha expuesto que Azaña entendió a este país «y su necesidad de modernidad absoluta, con esa fortaleza de carácter que le caracterizó». «Está al alcance de todos reivindicarlo y tenerlo en nuestras vidas. Una persona quien supo estar en su lugar, en la defensa del orden constitucional y de la democracia que nos abarca a todos, incluida a quien la combate.

Él lo hizo con profundidades insólitas en la política española. Desde la educación y de la cultura, porque solo desde las luces se puede ser ciudadano y convivir en paz. Incluso desde las extremas diferencias de las ideas con el otro», ha manifestado.

Carmen Calvo ha recordado que a Manuel Azaña le tocó convivir con otros intelectuales del momento como Giner de los Ríos, Clara Campoamor o Concepción Arenal y que también él «entendió la complejidad de un país» como España, ya que en sus tiempo en el cargo se aprobó el Estatuto de Autonomía de Cataluña.

La ministra para la Memoria Democrática ha afirmado de quien fuera dos veces presidente del Gobierno de España que «nos traspasa en grandeza, coraje y altura», al tiempo que ha citado su frase de «No odiéis, no os separéis de la política porque es lo único que os salvará a todos».

«Nunca más el fascismo, nunca más la destrucción de la democracia. Los más jóvenes tienen que saber que la política es un desarrollo más noble de la personalidad y libertad, que hay que protegerla. Por eso Azaña, en su grandeza casi poética, reivindicó el perdón, incluso en su tragedia del exilio, con el otro grande con el que hizo tándem y del que nos sentimos orgullosos, Antonio Machado.

Para Carmen Calvo «no queda más que defender la democracia, ensancharla, protegerla, no tener miedo de sus novedades, pero siempre con respeto, paz, educación y cultura».

«El gran mensaje de la memoria democrática es que no perdamos el rumbo del presente, es una gran deuda en la que este gobierno no va a parar de trabajar. Hay que proteger el legado de Azaña. Nadie puede derrochar ese capital para el presente y futuro. Aquí la memoria no es pasado, es futuro para las generaciones más jóvenes. Azaña fue un gran español y patriota y aquí le rendimos el más profundo homenaje», ha terminado.

Por último, la vicepresidenta primera del Gobierno, que también firmó en el libro de honor del Ayuntamiento, ha elogiado el compromiso de la ciudad por acoger un acto que es «un deber, porque recordar a Manuel Azaña es una obligación».

RODRÍGUEZ PALACIOS: «AZAÑA ESTÁ EN LA POLÍTICA CON MAYÚSCULAS»

Por su parte, el alcalde de Alcalá de Henares, Javier Rodríguez Palacios, ha recordado a otros grandes personajes oriundos de la ciudad, como Miguel de Cervantes y el cardenal Cisneros, para luego centrarse en Manuel Azaña y agradecer al Gobierno de España que el homenaje en conmemoración del 80 aniversario de su fallecimiento comience en la localidad complutense.

«Azaña está en la política con mayúsculas. Su muerte prematura fue la muerte de la II República. Fue una persona apasionada, con discursos que hacían vibrar a personas con toda la ideología. Con él se cebaron en injurias, en sacar los pequeños errores personales, en hacer una crítica a todo. Esa política partidista y guerrillera que vale todo la sufrió Azaña, una de las personas más vilipendiada de esa época», ha esgrimido.

Rodríguez Palacios ha señalado que a pesar de que con la Guerra Civil se acabaron los sueños de la II República española, algunos de sus valores «siguen muy presentes, como la valoración de la cultura como motor que moderniza, vacuna, que impide la dictadura». También ha citado la libertad basada en la justicia social, la Sanidad pública o «la necesidad de una democracia amplia y profunda».

«Azaña dijo que la patria es el otro, todos y cada uno de los que habitamos en este país que se llama España, que quiso mejorar y que se dejó su salud y su vida. Quiso diseñar un mejor futuro para esta sociedad», ha continuado el primer edil alcalaíno.

Por todo ello, se ha sumado a la necesidad de establecer una fundación o a cualquier proyecto que recuerde a la figura y el pensamiento de Manuel Azaña, un «foro de diálogo» en el que Alcalá de Henares «juegue el papel de ciudad abierta al mundo, que siga la estela de grandes hombres y mujeres que queremos reivindicar como ciudad que mira hacia al futuro».

El primer edil complutense ensalzó la figura de Manuel Azaña, «un apasionado por la palabra», y reivindicó la necesidad de «recordar la historia con actos como el de hoy». «Los valores de la democracia son patrimonio de quienes quieran sumarse a ese proyecto. Tenemos mucho que aprender de su figura no para celebrar un pasado, sino para diseñar un mejor futuro para nuestra sociedad», ha concluido.