Sánchez y Casado buscan crecer a costa de los votantes de Rivera

El jefe del Ejecutivo en funciones y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y el líder del Partido Popular, Pablo Casado, buscan aumentar su respaldo electoral el 10 de noviembre a costa de los votantes de la formación que preside Albert Rivera. De ese modo, lograrían también reforzar el bipartidismo, otro de sus grandes hándicaps.

Ciudadanos está en el punto de mira de las estrategias electorales del PSOE y del PP. Ambos partidos piensan que tienen en los votantes de esta formación uno de sus principales caladeros de votos para crecer en escaños en el Congreso. Creen que podrían arrebatarles tantos apoyos que minimizarían los daños causados por otros partidos (el caso del PSOE, a su izquierda, con Unidas Podemos y Más País; y del PP, a su derecha, con Vox).

Tanto en Ferraz como en Génova opinan que Rivera ha contribuido al bloqueo político en este país cuando tenía en su mano favorecer directa o indirectamente la gobernabilidad. Les parece que esta postura “ha desconcertado” a su electorado y que le pasará una factura en las urnas de la que pueden aprovecharse.

Ante la situación “de debilidad” que perciben en Rivera, el PSOE y el PP están lanzados a por el votante de la formación naranja. Ambos partidos coinciden al analizar que la base electoral de Cs nació de descontentos con el bipartidismo que vieron en ellos una opción regeneradora con la que ahora se pueden sentir “decepcionados”.

En el PSOE explotarán que Ciudadanos quiso capitalizar el voto progresista para propiciar el cambio, pero en la práctica ha apuntalado al PP en los gobiernos autonómicos y locales. Y todo ello, recalcan los socialistas, con el beneplácito de la “ultraderecha” de Vox.

En esta ecuación entra en juego Cataluña y la “ocasión perdida” por Cs, ya que dicen en el PSOE que la formación naranja dejó “huérfanos” a los catalanes progresistas que quieren seguir en España porque no rentabilizaron su primer puesto en las últimas elecciones autonómicas.

Por eso están convencidos de que estos votantes volverán al PSOE, al visualizarlo como defensor de la Constitución y del proyecto común frente a los independentistas. Se trata, en síntesis, de “recuperar a los suyos” en esta región y hacerlo con el plus de estar en el Gobierno central.

Por su parte, desde Génova descartan rotundamente el ‘sorpasso’ de Ciudadanos en las urnas, como ya se demostró en los comicios del 28 de abril. Aseguran que no hay duda de que el PP es “la alternativa” a la izquierda y que solo uniendo el voto en torno a estas siglas se podrá ser “útil” para desbancar a Sánchez.

El PP se quejará de “la cerrazón” de Rivera a aglutinar esfuerzos en torno a España Suma y se ofrecerá a sus votantes como el partido “moderado, centrado” que sí es capaz de pactar dentro de su espectro político, ya sea a la izquierda (Cs) o a la derecha (Vox).

Sin embargo, en el partido de Rivera dan por amortizado el bipartidismo y defienden que tienen ya un cuerpo electoral fijo. “Nuestro electorado nos vota porque no le gusta Sánchez y la corrupción del PP”, trasladan a Servimedia desde Ciudadanos.

Estos serán los ejes principales de su campaña de cara al 10-N, además de todo lo que afecta a Cataluña. Al igual que en la campaña del 28-A en la que prometieron que echarían a Sánchez y obtuvieron el rédito de 57 escaños, a tan solo 9 del PP. “Sabemos ganar a las encuestas”, aducen desde Cs ante los que pronostican su declive.

(SERVIMEDIA)