Sánchez reclama «moderación» al PP después de que Cortés insulte «a la inteligencia de los españoles»

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró este martes que el candidato del PP por Huelva Juan José Cortés «insulta a la inteligencia de los españoles» cuando le acusa de sentarse con violadores y asesinos, y reclamó «moderación» al PP en la campaña electoral.

En una comida mitin en Ourense, Sánchez respondió sin mencionarle a Cortés, padre de la niña asesinada Mari Luz, que defendió la prisión permanente revisable y acusó al presidente del Gobierno de sentarse «a la mesa con asesinos, criminales, violadores y pederastas» a los que va a «intentar dejar salir a la calle» derogando esa figura penal.

En su intervención, el candidato a la Presidencia de la Xunta de Galicia en las elecciones de mayo, Gonzalo Caballero, se dirigió al presidente del PP, Pablo Casado, para pedirle que exija una rectificación a Cortés antes de la próxima medianoche o lo cese inmediatamente como candidato, porque en política los límites y la dignidad están por encima de ese tipo de expresiones. Aunque el PP esté «desfondado y descontrolado» por haber perdido el gobierno, dijo, si quiere recuperar esa posibilidad tiene que asumir que el de Sánchez también es un gobierno «digno».

Nada más subir a la tribuna, Sánchez prosiguió con esas reflexiones de Caballero y aseguró que «cuando se rebasan todos los límites del insulto», como ha pasado en este caso, no solo se insulta a los socialistas sino «a la inteligencia de todos los españoles».

Sánchez reivindicó «la moderación», que no es una ideología, dijo, sino «una forma de vivir» que empieza por la educación hacia los demás. Los socialistas, añadió, «queremos representar a la buena gente de este país, que es la mayoría», y que es gente que «no insulta, no miente, no crispa, no roba, no espía», sino que son personas que trabajan, que piensan en el futuro de sus hijos y que cuidan de sus seres queridos.

En su intervención, reiteró los tres pilares que guían el proyecto socialista: Justicia social, convivencia dentro de la Constitución y regeneración democrática, y volvió a remitirse a lo ocurrido en Finlandia para alertar de la necesidad de una «gran movilización» en las urnas que garantice la mayoría suficiente para conformar un gobierno estable que permita sacar adelante «todo lo que tenemos pensado». En ese país, recordó, las encuestas vaticinaban que la socialdemocracia sacaría «bastantes cuerpos» a la ultraderecha pero finalmente solo ganó por 6.000 votos.

Se dirigió por ello a quienes siempre han votado al PSOE para expresarles su gratitud, pero también a quienes alguna vez han votado a otros partidos, para decirles que los socialistas son los únicos que esta vez pueden parar a «una derecha con tres siglas». También se dirigió a quienes nunca han votado al PSOE para insistir en que, «visto lo visto y escuchado lo que dicen» esos otros partidos, el suyo es el único «moderado, sensato, cabal, que mira al futuro».

Lo que está en juego es «avanzar o retroceder», alertó, porque en esta campaña se está hablando de homofobia, de «tener armas en casa» o de volver a la regulación del aborto de 1985, y se está cuestionando la normativa contra la violencia de género, la existencia del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), o la naturaleza pública de las pensiones. Antes se decía que la derecha llegaba «tarde, mal y a rastras» a los avance sociales, ironizó, pero «es que ahora quieren retroceder cuarenta años atrás».

Sánchez alertó de que ser patriota «no es gritar todos los días viva España» sino trabajar cada día para que en España se viva mejor, y aseguró que el PSOE seguirá impulsando las políticas sociales que la derecha rechaza y celebrará sus 140 años de historia con una victoria en las urnas.