La Operación Oikos cuenta en su dossier con conversaciones telefónicas en las que algunos de los implicados en la trama de amaños de partidos que ha salpicado al fútbol español, como Carlos Aranda, llegan a decir «siete jugadores del Valladolid estaban comprados».
Los pinchazos descubren los planes para «determinar» el resultado del partido ante el Valencia que decidió la última plaza de Champions. Los jugadores del Valladolid, Aranda y Raúl Bravo pactaron el resultado con parte de la plantilla y apostar sobre seguro, según ha podido saber ‘El Mundo’ de acuerdo con información judicial.
El mismo medio asegura que el titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Huesca tiene en su poder seis meses de intervenciones telefónicas a los principales implicados en la trama de amaños y apuestas ilegales.
Los investigadores también tienen acreditada la existencia de una reunión mantenida por Borja Fernández «con varios jugadores de la plantilla del Valladolid en casa de uno de ellos, Sergio Gotán Gallardo, alias Keko», para coordinar el amaño del encuentro.
El capitán del Valladolid, habló con la ‘SER’ y dijo que la reunión fue una barbacoa en casa de Keko y que tres de los futbolistas que acudieron a ella ni siquiera jugaron el partido.
«Por realizar estas gestiones, los cabecillas de la trama aluden en sus conversaciones a que el capitán del Valladolid debería cobrar al menos 50.000 euros», escriben los periodistas Esteban Urreiztieta y Orfeo Suárez en la página web de su diario tras conocer las transcripciones de las conversaciones que se produjeron en esa reunión.
Una conversación de Aranda con un amigo suyo en la que el implicado señala: “Mira, tú sabes lo que es, no se puede enterar nadie, pero sabes lo que es. Nadie. Nadie es nadie, nadie, ni tus amigos, ni nadie» y otra conversación con una empleada de uno de los salones de juego que tiene en Málaga y le pidió «Apuesta 10.000 euros y te llevarás 20.000», han sido desveladas también por el diario El Mundo.
