Los docentes tardan en comenzar sus clases hasta 13 minutos por el aumento de las faltas de respeto y amenazas

El informe del servicio el Defensor del Profesor de ANPE del curso 2018/2019 denuncia el aumento de las faltas de respeto y amenazas a los profesores pese al estancamiento del número de casos que denunciaron algún tipo de violencia. Esto provoca que los docentes tengan que enfrentarse a repetidas interrupciones y comiencen sus clases con hasta 13 minutos de demora.

Es una de las conclusiones que se expusieron en la presentación en Madrid del informe basado en los 2.174 profesores atendidos por el sindicato el curso pasado, apenas cinco menos que en el 2017/2018.

El presidente del sindicato independiente ANPE a nivel nacional, Nicolás Fernández Guisado, subrayó que “ha aumentado la conflictividad” en la etapa de Primaria, a diferencia de los primeros informes, de hace casi tres lustros, cuando no había tantos casos y éstos se concentraban en etapas superiores.

Así, atendiendo a los últimos datos, el 44% de las actuaciones corresponde al profesorado de Primaria, el 44,4% a Educación Secundaria, el 3,7% a Formación Profesional, el 7,4% a Infantil y el 3,9% restante se reparte en otras enseñanzas (colegios de educación especial, conservatorios, educación de adultos, etcétera).

Aunque desde ANPE se subrayó que estos datos no son representativos ni extrapolables al conjunto de la comunidad educativa, sino que se basan en las atenciones realizadas por el sindicato, el informe del Defensor del Profesor detecta que “aumentan las faltas de respeto y amenaza a los profesores” por parte de los alumnos, hasta alcanzar el 23%; mientras que los casos de acoso y violencia protagonizados por los padres se quedan estables en la mayoría de las variables en el 29%; asimismo, los conflictos entre compañeros docentes descienden, especialmente en los problemas con los equipos directivos, que bajan hasta el 27%.

Según Fernández Guisado, este estancamiento podría deberse a la situación política y de “parálisis institucional, que ha propiciado que no se han producido iniciativas parlamentarias necesarias, sobre todo para la protección del menor y también del profesorado”. “Es una situación que nos preocupa enormemente, con consecuencias demoledoras para los profesores”, indicó, demandando al próximo Gobierno medidas como la elaboración de un Plan Estratégico de Mejora de la Convivencia Escolar y, especialmente, la reactivación del Observatorio estatal y los observatorios autonómicos de convivencia escolar.

INESTABILIDAD EMOCIONAL

En este contexto, el presidente de ANPE, hizo hincapié en que “el 70% de los atendidos presentaban una situación de inestabilidad emocional impropia de la tarea que tienen que realizar”. Además, un 10% mostraban síntomas depresivos y un 10% estaba de baja laboral. El informe destaca que 16 profesores se han visto obligadas a dejar la docencia durante el pasado curso por esa situación de acoso y violencia.

Durante la presentación, la coordinadora del servicio del Defensor a nivel nacional, Laura Sequera, recordó que desde que se creó esta figura en 2005 (que no presta atención psicológica, precisó) se han atendido 37.000 casos.

Según subrayó, algunos datos “altos” del informe muestran que es difícil de mantener “un buen clima en las clases”, como que los docentes tienen que esperar entre 10 y 13 minutos para empezar sus clases y que la agresión entre los alumnos ronda el 9%.

“Aumentan las faltas de respeto, que siguen siendo un porcentaje muy alto, y no son de forma puntual, sino que son conductas disrruptivas por las que el profesor tiene que interrumpir constantemente la clase o tarda en arrancarla. Esto perjudica también a los alumnos que quieren aprender”, dijo Sequera, que también señaló el aumento de las amenazas de los alumnos a sus maestros y en los casos provocados por los padres, el incremento de la violencia física.

Además, según Sequera, ANPE recibe consultas de profesores que “no saben cómo actuar” ante las “falsas acusaciones, injurias y descalificaciones” de las que son víctimas en los grupos de Whatsapp de los padres de los alumnos, que “deja totalmente indefenso al docente”.

Las causas, apuntó Sequera, es el cambio de valores que se está dando en la sociedad y la «falta de límites» que los niños tienen en casa, donde «los alumnos, que son empoderados en sus familias, no toleran que tengan que respetar a los profesores. Es más, buscan el aplauso de los compañeros».

(SERVIMEDIA)