Los corales ecuatoriales sobreviven mejor al calentamiento del océano

Los corales que viven en o cerca del ecuador están menos afectados por el calentamiento de los océanos que los que habitan en otros lugares, por lo que están menos expuestos al blanqueamiento debido a episodios de estrés térmico persistentes.

Ésta es la conclusión de un estudio realizado por Shannon Sully y Rob van Woesik, del Instituto de Tecnología de Florida (Estados Unidos), junto con colegas de la Universidad de California en Santa Bárbara y la organización Reef Check, dedicada a la conservación de los arrecifes de coral.

El estudio, publicado en la revista ‘Nature Communications’, se basa en las observaciones de campo del blaqueamiento de corales en 3.351 sitios de 81 países entre 1998 y 2017, para lo cual los investigadores utilizaron un conjunto de covariables ambientales y métricas de temperatura con el fin de analizar los patrones de la decoloración coralina.

Como se esperaba, la decoloración del coral fue más común en los lugares que experimentaron más estrés por altas temperaturas, pero fue significativamente menos común en las zonas con una alta variación mensual de las temperaturas. Sully precisa que el blanqueamiento coralino fue más elevado la pasada década que hace 20 años.

Los autores sugieren que el blanqueo de esta década debido a temperaturas más altas es probablemente una consecuencia de la disminución de los corales sensibles a la temperatura durante los episodios anteriores de decoloración y que las poblaciones restantes tienen ahora un un umbral térmico más alto para blanquearse.

«Encontramos que los arrecifes cerca del ecuador estaban menos afectados por la decoloración que en otros lugares, a pesar de los niveles de estrés térmico similares en los sitios ecuatoriales», Deron Burkepile, de la Universidad de California en Santa Bárbara.

«No estamos seguros de por qué los arrecifes ecuatoriales son más tolerantes al estrés por temperatura reciente, pero sí sabemos que debemos proteger estos arrecifes ecuatoriales, y los arrecifes de todo el mundo, de otras perturbaciones a fin de no perder los arrecifes de coral que protegen a los habitantes costeros de las olas de tormenta y ayudan a alimentarse a millones de personas en todo el mundo», precisa Van Woesik, director del Instituto para la Ecología Global en el Instituto de Tecnología de Florida.