La ONU halla 202 fosas comunes de Daesh con miles de víctimas en Iraq

La Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para Iraq (Unami, por sus siglas en inglés) y la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos han documentado la existencia de 202 fosas comunes con restos de miles de víctimas en áreas anteriormente controladas por Daesh (autodenominado Estado Islámico) en Iraq.

Así lo aseguran ambos organismos de Naciones Unidas en un informe publicado este martes, donde destacan el “legado de terror” de Daesh en Iraq y haceb un llamamiento a la verdad y la justicia para los familiares de las víctimas.

Las fosas comunes están en las gobernaciones de Nínive, Kirkuk, Saladino y Ambar, situadas en la mitad occidental de Iraq, aunque el informe indica que puede haber muchas más.

Aunque es difícil determinar el número total de personas sepultadas en esas fosas comunes, la más pequeña (al oeste de Mosul) contenía ocho cuerpos, mientras que se cree que la más grande es la de Khasfa (al sur de Mosul), donde pueden estar enterradas miles de personas.

El informe subraya que estos lugares podrían contener potencialmente material forense crucial para ayudar a identificar a las víctimas y reconstruir la escala de los delitos que se cometieron.

«La evidencia reunida en estos sitios será fundamental para garantizar investigaciones creíbles, procesamientos y condenas de acuerdo con los estándares internacionales de debido proceso», señala el informe, que agrega: «La verdad y la justicia significativas requieren de preservación, excavación y exhumación adecuadas de los sitios de las fosas comunes, y de la identificación de los restos de las muchas víctimas y su regreso a las familias».

Daesh se apoderó de grandes áreas de Iraq entre junio de 2014 y diciembre de 2017, donde lideró “una campaña de violencia generalizada y violaciones sistemáticas del derecho internacional humantiario y de los derechos humanos, actos que pueden constituir crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y posible genocidio”, según recoge el informe.

El representante especial para Iraq del secretario general de la ONU, Jan Kubis, indicó que las fosas comunes documentadas en el informe son “un testimonio de la pérdida humana, el sufrimiento profundo y la crueldad impactante”. «Determinar las circunstancias que rodean la pérdida significativa de vidas será un paso importante en el proceso de luto de las familias y su travesía para garantizar sus derechos a la verdad y la justicia».

DESAFÍOS SIGNIFICATIVOS

Por otro lado, el informe recalca que las familias de las personas desaparecidas se enfrentan a desafíos significativos para conocer el destino de sus seres queridos, ya que actualmente deben informar a más de cinco entidades estatales diferentes, un proceso que requiere de tanto tiempo que resulta frustante para las familias traumatizadas. Por ello, se propone la creación de un registro público y centralizado de personas desaparecidas, así como de una oficina federal dedicada a este asunto.

La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, indicó que “los crímenes horribles” de Daesh en Iraq “han salido de los titulares, pero el trauma de las familias de las víctimas perduda, con miles de mujeres, hombres y niños que aún no han sido resueltos”.

Bachellet apostilló que en las fosas comunes reposan los restos de quienes fueron “asesinados sin piedad por no conformarse con la ideología y el gobierno retorcidos” de Daesh. “Sus familias tienen derecho a saber qué les sucedió a sus seres queridos. La verdad, la justicia y las reparaciones son fundamentales para garantizar un reconocimiento completo de las atrocidades cometidas”, comentó.

El informe incluye un apartado de recomendaciones, entre ellas que se apueste por un enfoque multidiscipliinario para las operaciones de recuperación de restos de víctimas con la participación de especialistas con experiencia, como expertos en contaminación de armas y explosivos e investigadores en la escena del crimen, así como un enfoque centrado en la víctima y un proceso de justicia aceptado por las comunidades afectadas.

También solicita a la comunidad internacional que proporcione recursos y apoyo técnico a los esfuerzos relacionados con la exhumación, la recolección, el transporte, el almacenamiento y la devolución de restos humanos a las familias, así como su identificación.