La exposición prolongada al ruido del tráfico incrementa el riesgo de obesidad

La exposición prolongada al ruido procedente del tráfico rodado está asociada a un incremento en el riesgo de obesidad, según las conclusiones de un estudio en el que ha participado el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), un centro impulsado por la Fundación Bancaria ”la Caixa”.

Según informó este viernes el centro de investigación, el estudio publicado en la revista ‘Environment International’, contó con la participación de 3.796 personas adultas y en cuyo seguimiento se tuvo en cuenta el peso, la altura, el índice de masa corporal, el perímetro de la cintura y el porcentaje de grasa abdominal. Estos datos se combinaron con estimaciones de la exposición al ruido generado por medios de transporte.

La primera autora del estudio e investigadora del ISGlobal, Maria Foraster, aseguró que “nuestro análisis muestra que, efectivamente, las personas que están más expuestas al ruido del tráfico rodado tienen un mayor riesgo de obesidad. Por ejemplo, observamos que un incremento de 10 decibelios en la media de ruido al que estaban expuestos los y las participantes se traducía en un 17% más de obesidad”.

El estudio también analizó la exposición al ruido generado por el tráfico aéreo y ferroviario, sin encontrar asociaciones significativas, salvo en el caso de la exposición a largo plazo al ruido del tráfico ferroviario, que sí se relacionó con un mayor riesgo de sobrepeso, pero no de obesidad.

Los científicos añadieron que el ruido genera estrés y afecta al sueño. El estrés produce cambios hormonales y aumenta la presión arterial. Además, la alteración del sueño desregula la glucosa y altera el apetito, entre otros efectos.

“A largo plazo, esto puede conducir a alteraciones fisiológicas crónicas, lo cual explicaría que la exposición persistente al ruido del tráfico se asocie a enfermedades cardiovasculares, lo cual está probado, o las asociaciones recientes con diabetes y obesidad. Nuestras conclusiones sugieren que reducir el ruido del tráfico también podría ser una forma para luchar contra la epidemia de obesidad”, puntualizó la investigadora de ISGlobal.