Instituciones Penitenciarias informó este viernes de que será la próxima semana cuando decida si paraliza definitivamente el experimento de una investigadora que colocaba electrodos a presos conflictivos, proceso que se canceló cautelarmente hace dos meses tras la publicación de la investigación en una revista científica.
El Defensor del Pueblo ya ha enviado al Ministerio del Interior un requerimiento para suspender este estudio, que empleaba una estimulación eléctrica cerebral en los sujetos con la que se pretendía estudiar la agresividad de algunos internos. En el experimento participaban en torno a 40 internos de las prisiones de Huelva y Córdoba, todos voluntarios.
“Queremos leerlo (el informe) con detenimiento y ya decidiremos de manera definitiva la próxima semana”, informó hoy el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, en declaraciones a Servimedia.
Según reconoció Ortiz, su institución supo de este experimento con electrodos a través de un artículo científico en la revista británica especializada ‘New Scientist’, mientras que la colaboración con la investigadora autora del experimento se habría venido renovando de forma automática en repetidas ocasiones desde 2016, cuando se iniciaron las pruebas.
“Era voluntario y la noticia que tenemos es que no ha habido incidencias físicas o en la salud de los que han participado”, aseguró el secretario general de Instituciones Penitenciarias, que ordenó la suspensión cautelar del experimento cuando supo de su existencia.
Según reveló ‘El País’, a los presos se les colocaba unos electrodos en la cabeza y, durante media hora, se les aplicaba una leve corriente de 1,5 miliamperios con el fin de activar su corteza prefrontal, un área del cerebro potencialmente relacionada con la agresividad.
(SERVIMEDIA)
