Iglesias atribuye su escrache a la “pérdida de complejos” del “neofranquismo” salido “del armario”

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, atribuyó este martes el intento de boicot que sufrió ayer en Barcelona en la presentación de su libro conjunto con el periodista Enric Juliana a la “pérdida de complejos” de un “neofranquismo” al que “ha sacado del armario” el expresidente del Gobierno José María Aznar.

En declaraciones en los pasillos del Congreso de los Diputados, Iglesias admitió que los cargos públicos tienen que acostumbrarse a que los ciudadanos que no estén de acuerdo con ellos “pueden hacer ver claramente que no les gustamos”. Pero, desde su punto de vista, “una cosa es la protesta” y “lo de ayer es otra cosa”.

En concreto, lo describió como “la pérdida de complejos que se ha producido bajo el plan de Aznar de tocar tres teclados”, los del PP, Ciudadanos y Vox, y que “ha sacado del armario el neofranquismo que insulta y entra a interrumpir la presentación de un libro”, y se atreve a gritar “¡Viva Franco!” o considera que llamar a alguien “maricón” es un insulto.

El líder de Podemos relacionó el intento de sabotaje de ayer con el que tuvo lugar en la Librería Blanquerna de Madrid el 11 de septiembre de 2013, cuando ultraderechistas interrumpieron un acto que se celebraba por la Diada Nacional de Cataluña; un hecho que, denunció Iglesias, “quedó absolutamente impune”. En cualquier caso, él se reafirmó en “seguir defendiendo el diálogo y la conversación enre gente que pensamos diferente como un patrimonio democrático”.

En relación al Consejo de Ministros que tendrá lugar el día 21 en Barcelona, Iglesias reiteró que “debería ser normal” que el Gobierno se reúna en distintas ciudades y que “lo que más normalidad institucional daría a una situación de tensión y efervescencia de las pasiones” es una reunión con respeto entre el Ejecutivo estatal y el autonómico. Finalmente, advirtió que podemos no va a “aceptar que sólo se hable de Cataluña y de la cuestión territorial”, escondiendo los problemas de la gente, “aunque algunos sólo quieran hablar de Cataluña”.