Un accidente a 56 kilómetros por hora puede ser mortal si los ocupantes del coche viajan de forma incorrecta como utilizar mal los cinturones de seguridad, llevar objetos sueltos en el vehículo o colocar las piernas en el salpicadero, según un estudio del Real Automóvil Club de España (RACE).
Según informó este jueves el RACE, el estudio en el que también participó Goodyear, arrojó datos preocupantes porque millones de españoles viajan en el coche en posiciones que, en caso de accidente, “son incompatibles con la vida”.
En este ‘crash test’, las pruebas se realizaron a raíz de los resultados de una encuesta en la que los encuestados confesaban realizar sus desplazamientos con el respaldo recostado, el cinturón de seguridad mal puesto (o incluso sin él), objetos sueltos en el habitáculo, o con los pies sobre el salpicadero del vehículo.
En base a estos datos, en el ‘crash test’ se colocó al conductor sujeto con cinturón de seguridad holgado, en una posición cercana al volante; al copiloto, con el respaldo recostado y las piernas en el salpicadero; y al pasajero trasero izquierdo, sin cinturón de seguridad y sujetando en sus brazos a un bebé, y se sometió el vehículo a un impacto frontal a 56 km/h. Los resultados fueron letales.
Para el conductor, la presión ejercida por el ocupante trasero superó las dos toneladas; las aceleraciones de cuello y cabeza superaron los niveles máximos, haciendo el choque incompatible con la vida.
Para el copiloto, la compresión del tórax superó el doble del límite tolerable por una persona, con causa mortal; la cabeza del ‘dummie’ golpeó contra las piernas, y también superó los niveles máximos y las piernas, por su parte, rompieron la luna delantera, con daños graves.
Para el ocupante trasero, la fuerza que proyectó el adulto es de 3,5 toneladas métricas, aplastando al bebé contra el asiento delantero, primero, y al conductor contra el volante, a continuación; durante la fase de rebote, el ocupante voló por el habitáculo, se golpeó también contra el techo y finalizó el impacto sobre el cuerpo del bebé. Las consecuencias fueron también fatales.
(SERVIMEDIA)
