Fallece la soprano Pilar Torreblanca tras varias semanas ingresada por la COVID-19

La soprano zaragozana Pilar Torreblanca ha fallecido este jueves, 12 de noviembre, sobre las 14.30 horas, después de estar varias semanas ingresada en el hospital Clínico de Zaragoza al haberse contagiado de coronavirus.

El fallecimiento de esta cantante, de 65 años, lo ha confirmado el director del Auditorio de Zaragoza, Miguel Ángel Tapia, quien ha sido su acompañante al piano durante más de 20 años.

En declaraciones a Europa Press, Tapia ha trasladado el «enorme dolor y sentimiento» por la pérdida de una mujer «excepcional» de la que ha elogiado que «ha sido generosa en el canto y como persona».

«He sentido mucho su pérdida. No me podía creer que no pudiera superar esta COVID-19. Había tenido que superar muchas patologías en su vida y creí que esta también la iba a superar, pero no ha podido ser».

Miguel Ángel Tapia ha relatado que desde finales de octubre Pilar Torreblanca fue ingresada y enseguida la trasladaron a la UCI, donde ha estado con todos los cuidados necesarios. Ha recordado que la cantante era una paciente que «conocía bien la casa» –por el hospital Clínico– por su formación académica como licenciada en Medicina.

Precisamente, ha subrayado que era una mujer muy polifacética y en la actualidad trabajaba en la Fundación CESTE, la Escuela Internacional de Negocios, donde se dedicaba a las promociones de los sectores empresariales de la comunidad autónoma de Aragón. «Tenía una gran curiosidad por la vida y por la música, que ha sido su máxima pasión», ha remachado Tapia.

«AFÁN DE SUPERACIÓN»

Ha relatado que a pesar de su minusvalía por la poliomielitis que padeció de pequeña «hizo una carrera auténtica y siempre con el espíritu firme de sobreponerse a todas las adversidades». «Ha sido un ejemplo de superación», ha elogiado.

Este ‘handicap’ –la cojera– para realizar la puesta en escena lo vencía con un gran afán de superación. Ha contado un episodio cuando interpretaba en Bratislava (Eslovaquia) el papel de Doña Ana de la Ópera de Don Giovanni que hizo los ensayos para poner esa obra en gira y recaló en el teatro Principal de Zaragoza, donde «hacía todo lo posible para que no se notara».

La intérprete hizo todo lo posible para que esta discapacidad no se apreciara por el público. «Lo hizo con coraje, fuerza de voluntad y afán de superación para hacer una ópera como nadie y que a través de su voz se olvidaran la minusvalía».

El director del Auditorio ha añadido que al dolor por la pérdida de Pilar Torreblanca se suma el no haberla podido despedir «como se merece» y ha avanzado que hará todo lo posible por hacerle un homenaje «cuando pase todo esto» –en referencia a la pandemia–.

«Ha sido una de las voces más interesantes que ha habido en la lírica aragonesa y con una trascendencia nacional e internacional», ha abundado Miguel Ángel Tapia.

Antes de concluir ha trasladado la petición de que todos los ciudadanos sean «absolutamente cuidadosos y extremen las precauciones ante este virus tan virulento y complicado que, además, está desbordando a las autoridades sanitarias. Todos tenemos que ser responsables y cooperar».