Nicolás Maduro llama insolente a Pedro Sánchez

España quiere que la Unión Europea reconozca a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela encargado de convocar elecciones «libres, justas, creíbles, conformes a los estándares democráticos», si Nicolás Maduro no convoca esos comicios en un plazo definido.

Según explicó el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Josep Borrell, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, ésa es la posición que España ha propuesto y que se está debatiendo este viernes en el Comité Político encargado de preparar las decisiones de los ministros competentes de la Unión Europea.

Pues bien la respuesta de Nicolás Maduro ha tardado una horas en llegar pero ha sido contundente. Califica de insolente las declaraciones de Borrell sobre convocatoria de elecciones: “Si quieren elecciones que lo hagan en España”

El comunicado de la Unión Europea tras la autoproclamación de Guaidó, señala de forma «más contundente» que las últimas elecciones en Venezuela no han sido «legítimas», que se reconoce la «capacidad de acción democrática» de la Asamblea Nacional y que deben convocarse elecciones «como única forma de dar la voz al pueblo venezolano y salir de esta situación». «No queremos determinar quién gobierna Venezuela. Queremos que sean los venezolanos», precisó.

Borrell expresó su condena a la violencia y a la «represión indiscriminada» en las calles de Venezuela, y alertó de que todo indica que el país se dirige a un proceso de «asfixia financiera y económica para conseguir que Maduro deje el poder» por parte de países como Estados Unidos, que ha cortado sus compras de petróleo.

Con ese escenario, explicó, por iniciativa de España el Comité Político del Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la UE debate la necesidad de que esa exigencia de elecciones «vaya acompañada de alguna clase de definición del plazo temporal en el que estas deberían tener lugar». Si se constata que no hay voluntad por parte de Maduro de convocar esas elecciones, «nos plantearíamos la adopción de otras medidas, entre las que se incluye el reconocimiento como presidente interino para que puedan ser convocadas desde la Asamblea Nacional».

«NECESARIAMENTE CORTO»

Borrell no quiso avanzar el plazo de tiempo que podría dar la UE, pero apostó porque sea «necesariamente corto». «No podemos decir tiene usted un año para pensárselo», precisó, sino que tiene que ser un plazo «razonablemete corto». Además, precisó, esas elecciones deberían celebrarse «bajo control internacional» para garantizar la legitimidad del proceso.

El objetivo de España, insistió, no es dar «un ultimatum» pero tampoco que «la cosa se quede en una petición de elecciones que no es atendida, como ha pasado en el pasado», o en intentos de diálogo y mediaciones «que tampoco han fructificado».

El ministro dejó claro que España «ha trabajado mucho» para liderar ese proceso en la Unión Europa ante una situación «insostenible», y llamó a todos los actores nacionales e internacionales para contribuir a buscar una salida a los ciudadanos de ese país. Lo que el Gobierno no va a hacer, dijo, es poner tuits llamando al ejército a derrocar al régimen de Maduro.

Precisó, además, que Maduro es presidente «de facto» y quien tiene en sus manos los resortes administrativos, por lo que, a día de hoy, es a quien hay que reclamar esa convocatoria de elecciones, pese a no reconocer la legitimidad de las últimas elecciones.

Borrell lamentó que el discurso «complejo» del Gobierno es «más difícil de transmitir que el que habla en blanco y negro», y reclamó por ello posiciones constructivas que busquen soluciones y no solo «erosionar» al Ejecutivo, aunque «probablemente estoy pidiendo demasiado».

Antes de dar la palabra a Borrell, la portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá, insistió en que en todo momento el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha sido «consciente» del papel de España como «actor principal» en Europa y en América Latina, y está «liderando» los movimientos tras sus encuentros con varios mandatarios con los que coincidió en el Foro de Davos.