El Santander pierde 10.798 millones tras sanear con 12.600 sus inversiones por el deterioro económico del Covid-19

El grupo Santander encajó en el primer semestre del año pérdidas por valor de 10.798 millones de euros tras destinar 12.600 millones a sanear el fondo de comercio de sus inversiones históricas y de los activos fiscales diferidos (DTAs) ante el deterioro de las perspectivas económicas a raíz del Covid-19.

Según precisó el banco este miércoles, el ejercicio “no afecta a la liquidez, al riesgo de crédito ni a la ratio de capital CET1” e, incluso, anticipó que ha hecho hucha de capital con intención de abonar un potencial dividendo con cargo a los resultados de 2020.

De la cuantía total saneada de 12.600 millones, 10.100 millones son ajustes en los fondos de comercio -abarcan el 45% del total del fondo de comercio del grupo- y los 2.500 millones restantes corresponden a DTAs.

En concreto, el banco ha actualizado los fondos de comercio en sus negocios y filiales en Reino Unido, donde ha destinado 6.101 millones de los saneamientos; en Estados Unidos, con 2.330 millones; en Polonia, con 1.192 millones, y en Santander Consumer Finance, con 477 millones.

Según aseguró, este ajuste “no cambia la importancia estratégica de los mercados ni de los negocios del grupo” y “seguirá invirtiendo y acelerando” sus planes de transformación, a la vez que “mantiene total confianza en el potencial de generación de valor a largo plazo de sus regiones y mercados”.

Si se aíslan el deterioro extraordinario por DTAs e inversiones, el resultado ordinario supone un beneficio de 1.908 millones, pero aún cae un 53% interanual afectado también por las provisiones acumuladas frente a potenciales deterioros crediticios y en activos a raíz de la crisis causada por la pandemia. Y si ya se neutralizan todos los saneamientos su beneficio antes de provisiones del semestre sube, en cambio, un 2% y alcanza los 11.865 millones.

“La fortaleza de nuestro modelo nos permite obtener un buen resultado, con aumento en el capital, reducción de costes más rápido de lo previsto y buena calidad crediticia”, explicó la presidenta del banco, Ana Botín, y señaló que “esta revisión no afecta a la fortaleza de nuestro balance”. “Las bases de nuestro negocio son sólidas, con un nivel de capital en la parte alta de nuestro objetivo”, aseguró la banquera, adelantando que, pese a la línea final del resultado, el Consejo de Administración proyecta retribuir al accionista.

La intención del Consejo es proponer el pago de un dividendo por una cuantía de 0,10 euros por acción con cargo al resultado del 2019 en scrip o con entrega de acciones y que se pagaría este año. Su intención es recuperar después una política de dividendo en efectivo “tan pronto como las condiciones de mercado se normalicen” y sujeto a las aprobaciones regulatorias. El banco ha reservado precisamente seis puntos básicos de su capital de máxima calidad CET1 en el trimestre para un posible dividendo en efectivo con cargo a los resultados de 2020.

El acopio de esas reservas lo realiza después de que su ratio de capital CET1 aumentase en 26 puntos básicos en el trimestre y se situase en el 11,84%, es decir, en la parte alta del objetivo a medio plazo del 11-12% que se ha fijado el grupo.

“Tenemos plena confianza en el potencial de nuestro negocio para crear valor”, abundó Botín, confirmando también el objetivo de retorno sobre el capital tangible (RoTE) del 13-15% que el banco se marcó en su Investor Day del año pasado, pese a las pérdidas contabilizadas.

Por lo que respecta al negocio, el crédito y los depósitos crecieron un 6% y un 9% en el primer semestre, respectivamente, en euros constantes, y la calidad crediticia se mantuvo sólida, con una tasa de mora que se redujo en 25 puntos básicos en los últimos 12 meses, hasta el 3,26%. La ratio de cobertura, que mide a su vez la capacidad de absorber posibles pérdidas derivadas de la morosidad, aumentó hasta el 72%.

El margen de intereses y los ingresos de clientes se mantuvieron estables, en 16.202 y 21.338 millones de euros, respectivamente, impulsados por el crecimiento de ingresos en Latinoamérica, Santander Corporate & Investment Banking (SCIB) y Wealth Management & Insurance.

Las cuentas antes de provisiones están además favorecidas por un plan de reducción de costes que “va más rápido de lo previsto”, ya que en Europa logró más de 300 millones de ahorros en el primer semestre, es decir, un 75% de su objetivo para todo el año 2020; y los gastos operativos cayeron un 2%, un 5% sin inflación.

Por geografías el beneficio ordinario en Europa bajó un 54%, hasta los 1.075 millones de euros, tras el incremento de las provisiones con motivo del deterioro macroeconómico previsto.

Por países, el beneficio ordinario generado en España cayó un 64%, hasta 251 millones, por los menores ingresos financieros y las mayores provisiones. Del semestre destaca que el programa de garantías del ICO impulsó la actividad de pymes y empresas y el banco concedió casi 24.000 millones de euros en 150.000 operaciones avaladas por el ICO, lo que contribuye a un aumento de la cartera de préstamos de 11.000 millones en el segundo trimestre.

El beneficio ordinario de la financiera Santander Consumer Finance disminuyó a su vez un 26%, hasta 477 millones de euros, también debido al incremento de las provisiones relacionadas con la Covid-19. Casi todos los mercados donde opera se vieron impactados por la pandemia.

Tras España el mayor contribuyente en Europa es Reino Unido, donde su beneficio ordinario bajó un 76%, hasta 139 millones de euros; seguido por Portugal, que aportó 160 millones en beneficio ordinario (-39%) y Polonia, con 73 millones de euros (-50%).

El primer mercado continúa siendo, sin embargo, Brasil, cuyo beneficio ordinario se redujo un 17%, hasta los 995 millones de euros, convirtiéndose así en el mayor contribuyente también al negocio del área de Sudamérica. En esta región, el beneficio ordinario ascendió a 1.383 millones (-13%), con 183 millones en Chile (-31%), 109 millones en Argentina, donde sube en lugar de caer un 144%; o 69 millones en Uruguay (+14%).

El beneficio ordinario de Norteamérica se redujo a su vez un 29%, hasta los 617 millones; con 211 millones en Estados Unidos (-56%) y un aumento en la contribución del resultado de México del 4% después de que el grupo aumentase su participación en Banco Santander México hasta el 91,65%.

(SERVIMEDIA)