El rechazo a los Presupuestos de 1996 ya provocó un adelanto electoral y la caída de González ante Aznar

El rechazo al proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2019 materializado este miércoles en el Pleno del Congreso de los Diputados con la aprobación de las enmiendas de totalidad a las cuentas públicas supone la segunda vez en la historia democrática de España posterior a la transición en la que un Gobierno fracasa en su intento de aprobar unas cuentas públicas.

El antecedente se produjo en octubre de 1995, cuando el Pleno de la Cámara Baja apoyó con 183 votos las enmiendas a la totalidad al proyecto de Presupuestos de 1996, frente a 158 votos en contra y una abstención. En concreto, el proyecto de cuentas públicas elaborado por el Gobierno de Felipe González solo recabó el apoyo de los diputados socialistas, mientras que fue rechazado por el Partido Popular -liderado entonces por José María Aznar-, Izquierda Unida, Coalición Canaria, los partidos regionalistas de la Comunidad Valenciana y Aragón y la entonces diputada de ERC Pilar Rahola.

También votaron a favor de las enmiendas de totalidad los que en años anteriores habían sido socios parlamentarios del Ejecutivo socialista en la aprobación de los Presupuestos de 1994 y 1995, Convergència i Unió y PNV.

ADELANTO ELECTORAL

De esta forma, dicho episodio comparte con lo acontecido este miércoles con los PGE de 2019 el paralelismo de que en ambas ocasiones el partido en el Gobierno dejó de contar con el imprescindible apoyo de los nacionalistas catalanes.

Además, aquel rechazo al proyecto de Presupuestos terminó provocando que el 9 de enero de 1996 se disolvieran las Cortes y se convocase un adelanto electoral, algo que también podría ocurrir en esta ocasión, ya que la derrota parlamentaria de este miércoles probablemente provocará la decisión de Pedro Sánchez de convocar los comicios generales.

En aquella ocasión, las elecciones, celebradas el 3 de marzo de 1996, finalmente dieron lugar a un cambio de gobierno con el triunfo del Partido Popular y la investidura, consumada el 4 de mayo, de José María Aznar como presidente del Ejecutivo.