El Gobierno rehabilita al último español que sobrevivió a un campo de concentración nazi

El Gobierno aprobó este viernes, a título póstumo, la declaración de reparación de Vicente García Riestra, exiliado republicano español que fue deportado al campo de exterminio de Buchenwald (Alemania) por unirse a la resistencia francesa contra los nazis tras la Guerra Civil española.

El Consejo de Ministros aprobó este viernes un acuerdo promovido por la ministra de Justicia, Dolores Delgado, por el que se concede la declaración de reparación y reconocimiento personal a Vicente García Riestra.

Según informó Justicia, con esta resolución se cumple lo dispuesto en la Ley de Memoria Histórica, que contempla la proclamación pública y solemne del reconocimiento y restitución de la plena dignidad de todos aquellos que padecieron persecución o violencia por razones políticas o ideológicas durante la guerra civil española y la dictadura.

García Riestra, nacido el 20 de enero de 1925, vivió las consecuencias de la guerra civil, cuando tuvo que marchar al exilio en Francia acompañado de algunos familiares. Una vez allí, su compromiso con la democracia y la libertad fue activo, participando en la Resistencia francesa durante los años de la ocupación nazi.

SALVÓ A OTROS PRESOS

Detenido en diciembre de 1943 por la Gestapo, García Riestra fue torturado y deportado al campo alemán de exterminio de Buchenwald, donde permaneció durante 15 meses. Tres años antes, en 1940 se había convertido en apátrida debido a que la dictadura de Francisco Franco le despojó de su nacionalidad española.

Durante su internamiento en dicho campo de concentración, García Riestra participó en diversas actividades solidarias, llegando a ceder en ocasiones su propia comida a otros presos en condiciones físicas de extrema debilidad, salvando así sus vidas.

Después de la liberación por parte de las tropas norteamericanas, García Riestra residió en Francia, desde donde dedicó todos sus esfuerzos por difundir la realidad de lo sucedido en el campo de exterminio de Buchenwald, “para evitar que cayera en el olvido y tratar de que no volviera a repetirse”. Tras muchos años, obtuvo la nacionalidad francesa y fue galardonado con la Legión de Honor, una de las más altas condecoraciones de la República francesa.

(SERVIMEDIA)