El segoviano Ricardo Díez tiene 89 años y lleva más de cinco décadas al frente de Castillejo de Mesleón (Segovia), su localidad natal. Comenzó como alcalde, por casualidad, en 1964, tras la muerte repentina de la persona que había sido asignada entonces. En estos 55 años, se ha presentado bajo las siglas de UCD, Coalición Popular, Alianza Popular y desde 1991 hasta las próximas elecciones, por el Partido Popular (PP).
Trabajó para Unión Fenosa y rechazó la oferta para marcharse a trabajar a Galicia porque es un firme convencido de que los alcaldes tienen que vivir en el pueblo, para estar pendientes de todo. “Me dedico exclusivamente al Ayuntamiento. A las 11.00 de la mañana, ya estoy allí, ayudando a mi secretaria municipal y a todo el que lo necesita”, resume.
Sigue haciendo las gestiones recorriendo en su coche los 71 kilómetros que separan Castillejo de Mesleón de la ciudad de Segovia, porque prefiere hablar personalmente con los responsables de los distintos servicios de la Diputación sobre los asuntos que atañen a su pueblo.
Si gana las elecciones y sigue al frente del consistorio de Castillejo, planea estar dos años más, “para terminar las cosas” que tiene “pendientes”. Después, con 91 años: “Si veo que estoy bien, pues sigo, y si no lo dejo en manos de Igor Montero, un chico joven con unos conocimientos bárbaros”.
En cuanto a los resultados de las elecciones generales del Partido Popular, el alcalde de Castillejo de Mesleón reconoce que tuvieron “un bajón muy importante”. Tras el desastre electoral habló con Pablo Casado, líder de los populares, en la sede madrileña del partido. “Es posible que le falte rodaje, aunque ponga toda la voluntad”, destacó.
Sin embargo, también le ve capaz de lograr “poco a poco” que el partido sea lo que fue “en años atrás”. En líneas generales, confiesa que la clave de la política local es “llevarse bien con todos.”
(SERVIMEDIA)
