Detenido en Barcelona un seguidor del Daesh que pretendía cometer un atentado

La Guardia Civil ha detenido en Barcelona a un seguidor del Daesh profundamente radicalizado y que había expresado su voluntad de llevar a cabo una acción terrorista, aunque se desconocen los planes concretos que tenía para llevarla a cabo.

Según informó este viernes el Instituto Armado, el proceso de radicalización de este islamista se aceleró durante el estado de alarma por la pandemia del Covid-19, período en el que se activó “de manera altamente llamativa y preocupante”. De hecho, el sospechoso fue interceptado en la calle durante el confinamiento desplazándose y no se descarta que estuviera ya buscando objetivos para un atentado.

Al mismo tiempo, las hipótesis iniciales vinculan la activación extrema de este detenido a los llamamientos realizados desde la dirección de Daesh para que los actores solitarios, asentados en países occidentales, se movilicen y realicen ataques en sus lugares de residencia.

La operación contra este islamista de Barcelona ha sido desarrollada de manera conjunta con las autoridades marroquíes y estadounidenses, de forma que ha sido “determinante” la cooperación internacional para poder prevenir la comisión de un posible ataque terrorista en España.

VIGILADO DESDE 2016

La investigación, que ha sido dirigida desde el juzgado Central de Instrucción número 4 y de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, ha sido realizada de manera conjunta con la Dirección General de Seguridad del Territorio (DGST) marroquí y ha contado también con la participación destacada del FBI estadounidense.

La Benemérita destacó que “la cooperación internacional es un factor de total importancia en la lucha contra el terrorismo de ámbito yihadista, donde la alta movilidad de los terroristas y la utilización de redes sociales y aplicaciones de Internet condicionan enormemente las investigaciones policiales, y especialmente en esta investigación este hecho ha sido sumamente relevante”.

Respecto al arrestado en Barcelona, existían referencias de su radicalización y afinidad al Daesh desde hace, al menos, cuatro años. Hasta fechas recientes ese proceso de radicalización se mantenía bajo una apariencia de discreción, tanto desde el plano físico como virtual, que en ningún caso lo identificaban como un actor crítico.

En ese mismo sentido, desde que se iniciara la expansión del coronavirus por Europa, han tenido lugar varios ataques terroristas bajo la autoría de actores individuales, acometiendo las mismas mediante el empleo de armas blancas y atropellamiento con vehículos.

El detenido realizaba manifestaciones públicas de su adhesión a los postulados terroristas de Daesh y de odio a Occidente a través de sus perfiles de redes sociales. En el plano físico, y gracias al despliegue policial de vigilancia, se le vio incumplir de manera habitual y sin justificación, las normas de confinamiento establecidas en el marco del estado de alarma, percibiendo como en dichos desplazamientos por la ciudad de Barcelona, lo hacía bajo importantes medidas de seguridad, augurándose una posible búsqueda de objetivos.

“AMENAZA REAL”

La investigación sirvió para determinar policialmente, entre otras cosas, que el detenido se encuentra totalmente influido por la propaganda y los postulados de Daesh, habiendo, incluso, jurado fidelidad a dicha organización terrorista, circunstancia por la cual, se le considera “una amenaza real para la seguridad”.

Desde la elevación al nivel 4 de alerta antiterrorista el pasado 26 de junio de 2015, la Guardia Civil ha reforzado todos los dispositivos operativos y líneas de investigación relativas a la amenaza terrorista, especialmente aquellas sobre individuos inmersos en un proceso de radicalización que pueda desembocar en el desplazamiento a zona de conflicto o en la comisión de acciones terroristas en los países de residencia, lo cual supone en la actualidad una de las principales amenazas sobre los países occidentales.

Este reforzamiento se ha visto además, intensificado desde la declaración del estado de alarma, ante la posibilidad de que Daesh u otra organización terrorista pudiera aprovechar el escenario sanitario como multiplicador de los efectos de un ataque.

(SERVIMEDIA)