Un hombre ha sido detenido por permitir la entrada en un gimnasio de Alicante a los clientes mediante un código secreto previamente acordado con ellos. Los abonados portaban bolsas y carritos de la compra para disimular cuando se dirigían a las instalaciones.
Fue una denuncia de un vecino la que permitió descubrir los hechos que llevaron a la Policía Nacional al arresto del dueño del local, al que se le imputan los supuestos delitos de resistencia y desobediencia al real decreto del estado de alarma, impuesta en España desde el pasado 14 de marzo.
Los agentes encontraron el gimnasio con la persiana bajada pero escucharon música que provenía del interior, informan diferentes medios locales. Tras acceder hallaron varias bolsas y carritos de la compra. Un hombre, que se identificó como personal de mantenimiento, aseguró a las autoridades que se encontraba trabajando solo en el lugar, aunque terminó admitiendo que había dos personas más, un hombre y una mujer entrenado en las máquinas.
Los agentes procedieron a sancionarles.
