La portavoz de la Ejecutiva nacional de Ciudadanos, Melisa Rodríguez, ha afirmado que la moción de censura contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que Vox ha anunciado para el mes de septiembre costará dinero a los españoles, restará credibilidad a España y no servirá para cambiar al Ejecutivo.
Puesto que esta moción no cuenta con los apoyos parlamentarios suficientes para prosperar –ni siquiera el PP la respalda–, Rodríguez cree que Vox la promueve como «una campaña de marketing puro y duro».
Una campaña que «va a costar dinero a todos los españoles, se va a perder más de una semana de trabajo en el Congreso de los Diputados cuando estamos con una crisis económica y social encima de la mesa y, además, le va a costar credibilidad a nivel internacional a nuestro país», ha declarado en una entrevista.
Esto último le parece especialmente grave en un momento en que la imagen de España también se ve dañada, a su juicio, por los «desacuerdos» entre el PSOE y Unidas Podemos dentro del Gobierno, por la imputación del partido morado y de varios de sus dirigentes y por un vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, que a veces se cree que «todavía está en las manifestaciones» y no gobernando el país.
Una polarización que beneficia a «los extremos»
Para la portavoz de Cs, es «una vergüenza» que Vox recurra a «la utilización del Congreso» para hacer un «show» con el debate sobre la moción de censura, sin pensar en las necesidades de los españoles ni en la estabilidad del país.
«Vamos a asistir a una semana de confrontación, para ver quién la dice más alta y quién es más maleducado de todos, para ver quién es el menos responsable de todos y quién piensa más en su partido», ha pronosticado.
Rodríguez supone que, políticamente, al partido de Santiago Abascal «le vendrá bien» este escenario de «polarización» y cree que «seguramente también beneficiará a los del otro extremo», en referencia al Gobierno. En su opinión, tanto Vox como Podemos «son populistas, cada uno en su lado» y se alimentan mutuamente.
«Estamos generando una dinámica de política mala y que sigue generando desafección en los ciudadanos. En el momento en el que hay que racionalizar, se sigue intentando mover la víscera, y con la víscera no vamos a conseguir los grandes acuerdos que necesita España», ha lamentado.
