Cae en la Costa del Sol y Alicante una peligrosa banda de traficantes de hachís

La Guardia Civil y la Policía Nacional, en una operación conjunta, han desarticulado una peligrosa organización criminal dedicada al tráfico de hachís a nivel internacional y que tenía una ramificación en la Costa del Sol y otra en Alicante.

Según informaron este viernes ambos cuerpos de seguridad, en la llamada ‘operación Mac1-Red69’ han sido detenidas 18 personas -de nacionalidades marroquí, francesa, india y española- por la presunta comisión, en distintos grados de participación, de los delitos de tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas, detención ilegal, robo de vehículo, falsificación de documentos y simulación de delito.

La operación se ha saldado con la intervención de más de 400 kilogramos de hachís, diversas armas de fuego semiautomáticas con munición, más de 220.000 euros en efectivo y seis vehículos de alta gama.

La investigación se inició en la provincia de Alicante, a mediados del mes de abril de 2020, en pleno estado de alarma, al tener conocimiento de la posible existencia en esta provincia de una compleja organización criminal, que estaría dedicada al tráfico de drogas.

RECELOS DENTRO DE LA BANDA

Las pesquisas permitieron determinar que la red tenía dos ramas, una primera asentada en la Costa del Sol, en las localidades de Estepona y Benahavís. La segunda estaba radicada en la provincia de Alicante, concretamente en las localidades de Gata de Gorgos, Teulada, Moraira y Calpe.

En la Costa del Sol residían los principales cabecillas de la banda, que se encargaban de la adquisición directa de la droga en Marruecos. Estaba compuesta por individuos altamente peligrosos -hecho que dificultó considerablemente la investigación- de nacionalidades marroquí, francesa e india.

La rama de la red de Alicante estaba asentada en las localidades de Gata de Gorgos, Teulada, Moraira y Calpe. Estaba compuesta por individuos de nacionalidad marroquí y española y sus cometidos eran el almacenamiento del hachís que recibían de la rama malagueña y su posterior transporte hasta su destino final en Francia.

En el transcurso de la investigación, los agentes pudieron comprobar la tensión existente entre ambas ramas de la banda. Los cabecillas, asentados en Málaga, sospecharon que la rama alicantina les podía haber hecho un ‘vuelco’ de droga, esto es, haberse quedado ellos con el hachís. Por esto no dudaron en secuestrar a uno de los miembros del grupo de Alicante y le tuvieron retenido más de una veintena de días, como garantía de pago de la droga, supuestamente desaparecida durante uno de los transportes.

(SERVIMEDIA)