Batet (JxCat) niega tráfico de influencias en el Govern y no ve «calidad democrática» del Estado

El líder de JxCat en el Parlament, Albert Batet, ha negado este miércoles tráfico de influencias en el Govern, ante las presuntas irregularidades en la contratación pública que investiga el Juzgado de Instrucción 1 de Barcelona en la operación Volhov, y ha cuestionado la «calidad democrática» del Estado.

«El que quiera ver tráfico de influencias que vaya a la Zarzuela con el Rey emérito huido por corrupción. El que quiera ver tráfico de influencias que vaya al palco del Bernabéu, dado que el Gobierno ha dado 1.500 millones de euros por la operación Castor a las entidades financieras», ha dicho en su réplica en el Parlament a la comparecencia del vicepresidente, Pere Aragonès, sobre la gestión de la segunda ola de coronavirus.

Para Batet, es inaceptable que en una democracia europea «se espíe a diputados, a políticos y reuniones y actividades de los partidos», tras opinar que la filtración de conversaciones vulnera el derecho a la intimidad de los afectados.

«No seremos cómplices de las malas intenciones del Estado y sus cloacas», por lo que no se pronunciarán sobre el contenido de dichas conversaciones, ha dicho.

Sobre la crisis del coronavirus, ha advertido de la gravedad de la situación, por lo que ha reclamado unidad y actuar con diálogo, cooperación y complicidad para salir adelante, tras acusar al Gobierno de poner el freno de mano porque no les dejan «tomar todas las decisiones ni destina ni pretende destinar los recursos que son necesarios» para combatir la pandemia.