La isla de las tentaciones: la ‘estampida’ de Inma y Ángel, ¿qué pareja se someterá a los ‘cuernos’?

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La isla de las tentaciones 2 ha empezado con mucha fuerza y cargado de altibajos emocionales. Tan pronto tiene a los espectadores llorando a moco tendido, con ganas de venganza o dando saltos de alegría porque triunfa el amor verdadero. Aunque esto último es algo más extraño de ver, todo hay que decirlo. Si bien parecía que todo en el reality iban a ser tentaciones, hay una pareja que ha decidido volver a su casa y continuar con su vida de enamorados. Inma y Ángel pusieron fin a su aventura en la República Dominicana, juntos y con más ganas que nunca de disfrutar de su relación.

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Su paso por La isla de las tentaciones

Por más que el programa quiso poner a prueba su amor, no se han podido resistir y han decidido que tentar a la suerte no es lo suyo. Desde el primer momento, Inma confesó que el reality se le quedaba grande y no quería estar allí: lloros, noches en vela y ningún tipo de diversión han sido las palabras que definen el paso de la andaluza por televisión.

A los pocos días de llegar a Villa Playa, Sandra Barneda llegó con la tablet a la casa de las chicas para mostrarle a Inma sus primeras imágenes. En ellas, se veía cómo Ángel disfrutaba de la piscina con sus compañeros, mientras una de las solteras le decía unas palabras al oído. Todo ello con el supuesto fin de que se lo pasase bien al ver cómo su chico también lo estaba haciendo, pero lo cierto es que las imágenes la destrozaron más aún. Lo que no le mostraron es que su chico no lo estaba pasando tan bien como le hicieron creer.

Ángel, por su parte, no ha dejado de pensar en su chica. Durante una de las primeras fiestas, las solteras decidieron jugar a «verdad o reto» -el típico juego en el que hay que responder con sinceridad a una pregunta o, en su defecto, hacer un reto que pongan el resto de los participantes-, y una de ellas tuvo que hablarle a Ángel más cerca de lo que él habría querido. Así lo confesó más tarde, asegurando que no se sentía a gusto y que si su pareja lo viera, lo pasaría mal.

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