‘El desorden que dejas’: la nueva serie de Netflix con Arón Piper, Bárbara Lennie e Inma Cuesta

El éxito que despertó ese grupo de estudiantes de un exclusivo colegio privado es algo incondicional. Y han sido muchos las actrices y actores que han disparado su carrera o que se han dado a conocer, gracias al proyecto creado por Darío Madrona y Carlos Montero.

Es sobre Montero sobre quién van a versar las líneas de hoy. Ya que este último vuelve a Netflix. Vuelve a colaborar con la plataforma, pero con un proyecto nuevo. Una serie basada en una novela de la que él mismo es autor. Su nombre es El desorden que dejas, y fue el pasado jueves cuando se publicaron las primeras imágenes de la obra.

El desorden que dejas fue Premio Primavera de Literatura en el año 2016

El desorden que dejas es un intenso thriller psicológico protagonizado y relatado en primera persona por la joven Raquel. Nos traslada a Novariz, un pueblo ficticio provincia de Galicia, donde ella llegará para ocupar una vacante como profesora. Un hueco que cubrir como profesora de literatura, tras el suicidio de la maestra que ocupaba ese lugar anteriormente. Al finalizar las clases en su primer día, encuentra en sus pertenencias una carta que le han dejado. Con un mensaje que dice así: «¿Y tú cuánto vas a tardar en matarte?»

Muy pronto Raquel caerá en el juego. Intentará averiguar quién está detrás de esa amenaza, e inevitablemente empezará a obsesionarse con la antigua profesora. Averiguar lo que le ocurrió y si ella forma parte de alguna especie de patrón. ¿Realmente se suicidó o alguien acabó con su vida?

La novela original de Carlos Montero fue reconocida con el Premio Primavera de Novela en el año 2016, galardón entregado por la editorial Espasa. Un thriller rural en el que comenzará un juego de investigación en un pueblo en el que se dará de bruces con la realidad. Alumnos que no la reciben con los brazos abiertos. Una disección de la debilidad humana. De la culpa. De la fragilidad de las relaciones. Y de las mentiras y secretos sobre las que construimos nuestras vidas sin calibrar ni ser conscientes de las consecuencias.