Análisis de Just Cause 4: Vuelve a armar el caos entre tormentas y huracanes

Ya estamos finalizando el año y ya están terminando de salir los juegos potentes de este 2018. Uno de los últimos que cogieron vez en esta primera semana de diciembre ha sido Just Cause 4. La cuarta entrega de uno de los sandbox o juegos en los que puedes hacer lo que quieras más divertidos y desenfadados de esta y de la anterior generación. Avalanche Studios de la mano de Square Enix y publicado por Bandai Namco repite base jugable e introduce algunas novedades en la cuarta entrega de la historia de Rico Rodriguez.

En esta ocasión el bueno de Rico tiene que viajar hasta Solís, un país sudamericano que bien podrían ser Colombia o Ecuador, pero que conociendo el terreno in situ se nos asemeja más a Perú ya que este país cuenta con todos los biomas que podemos observar en el juego como son alta montaña, la ya típica jungla amazónica, pero también con su desierto. En esta ocasión el malvado enemigo es Espinosa, un malo que está utilizando un arma muy especial que no queremos desvelar para evitar Spoilers, pero que es bastante peligrosa. Pero en su nombre nos enfrentaremos a su mano derecha, la malvada Gabriela Morales, una villana que está entre las mejores vistas en los videojuegos.

Justcause 1

El país de Solis, con uno de los mapas que solo en kilómetros cuadrados cuenta con 100, está ocupado por los mercenarios de estos malvados y tendremos que ir liberándolo poco a poco haciendo misiones y reclutando tropas que vayan avanzando por cada región. Sigue estando presente en Just Cause 4 el gancho, que desde la primera entrega ha caracterizado a esta saga. Un gancho que nos permite escalar, impulsarnos para volar con paracaídas o volar con el traje de ardilla, novedad que introdujeron en la pasada entrega y que sigue presente aquí. Nuestro gancho no solo sirve para el impulso ya que trae unas funciones que podemos personalizar como son el crear puntos de impulso en estructuras, globos que se enganchan y hacen elevarse a la estructura donde se enganchen e incluso tensores. Todos los elementos podemos ir entremezclándolos pudiendo desatar el caos total. Por ejemplo el poner varios tensores entre depósitos de gasolina y esperar a ver los fuegos artificiales o incluso anclar un vehículo enemigo a varios globos que lo eleven y con los impulsores hacerle llegar al infinito (o hasta donde el coche explote).

Y es que este juego podría estar perfectamente dirigido por Michael Bay, un experto en explosiones ya que casi todo explota en Just Cause 4. Es una gozada ver cómo se puede armar el caos con tan solo un gancho y nuestra imaginación. Pero no todo es crear caos sin sentido, también deberemos hacer misiones para conseguir llenar la barra, que justamente se llama de caos, y con ello conseguiremos destacamentos que se unan a nuestra causa y que irán avanzando sobre las zonas ocupadas cual ejército de liberación del que somos Comandante en jefe. Para ir liberando zonas y accediendo a nuevas misiones y desafíos también tendremos que ir completándolos nosotros, ya que se deben desbloquear. El mapa, como es habitual está lleno de misiones, tanto principales como secundarias o de desafíos y acrobacias que nos darán para muchas horas de diversión. También tendremos a nuestra disposición multitud de vehículos, ya sea por encargo a nuestros ayudantes como robándolos, de tal manera que con el gancho podremos acceder a coches, motos, furgonetas, camiones, lanchas, helicópteros e incluso aviones de combate, algo que no es novedad pero que siempre se agradece que lo mantengan.  De igual manera que hay gran cantidad de vehículos, en la parte de armas ocurre lo mismo, no una variedad tan grande pero si tenemos metralletas ligeras, rifles, pistolas, etc… en cantidad para elegir.

Justcause 2

Just Cause gráficamente tiene altibajos ya que nos encontramos ante un juego bajo de brillo en pantalla y esto dificulta la visión en algunos puntos, los gráficos no tienen gran evolución con respecto a la tercera parte del juego. A favor de esta entrega cuenta que la tasa de FPS es constante a 30 cuadros por segundo ya sea con explosiones, con multitud de objetos en pantalla o con tormentas monumentales, el juego no alberga caídas de frames que sean explícitas. Destacan en Just Cause 4 los paisajes que están fielmente recreados según la zona y tiene partes de gran belleza que dan ganas de parar el juego y observar.

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En cuanto a la parte sonora del juego también destaca porque la música podría ser una banda sonora de una película y se adapta a la situación que estemos viviendo en ese momento. Además el doblaje al español es exquisito. Destacar la gran cantidad de radios que se pueden sintonizar en los vehículos y que también se han encargado de traducir y doblar, con lo que podremos escuchar una radio de conversaciones en nuestro idioma, cosa que no pasa en otros juegos y que conviene destacar.

Aunque ha salido en la última tanda de grandes lanzamientos del año, merece una oportunidad Just Cause 4. Avalanche Studios y Square Enix han hecho una gran labor, con una gran base jugable y nos traen, de la mano de Bandai Namco un producto que es aire fresco para terminar el año causando caos. Un sandbox desenfarado y con humor, no para niños pero si para chavales a partir de 14 años que, si deciden regalárselo para Navidad, disfrutarán bastantes horas de este Just Cause 4.