España reforzará su presencia militar y de cooperación en el Sahel para ayudar a combatir el yihadismo

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, confirmó este martes en Nouakchott que España está dispuesta a reforzar la presencia militar, policial y de cooperación en la zona del Sahel para ayudar en la lucha contra el yihadismo que no se ha frenado ni con la pandemia del Covid-19.

En su intervención en la cumbre del G-5 Sahel a la que España fue invitada por el presidente de Mauritania, Mohamed Ould Cheikh Ghazouani, Sánchez trasladó que, “como no puede ser de otra forma, España está dispuesta a seguir comprometida con el Sahel, e incluso a redoblar nuestros esfuerzos en los ámbitos en que ya estamos presentes”.

El presidente se mostró dispuesto a “aumentar” la presencia en la operación europea EUTM Mali -de la que España ya es el primer contribuyente-, liderando el Proyecto GAR-SI Sahel de la Guardia Civil para “reforzar” las capacidades de las Gendarmerías de los países del G5 y Senegal, o “apoyando” a Barkhane (operación francesa) y Minusma (operación ONU) con los aviones españoles en Dakar (Senegal).

Así lo ofreció el presidente, pero sin concretar por cuál de las tres operaciones actualmente activas se materializaría el refuerzo español, si bien fuentes gubernamentales apuntaron a un aumento de hasta 300 militares en la misión en Malí de instrucción policial para combatir a los yihadistas.

100 MILLONES

Dentro de ese apoyo a esta lucha contra el terrorismo, también apuntó a la cooperación al desarrollo, con un compromiso financiero con el Sahel que asciende a más de 100 millones de euros, y mediante una participación activa en la Alianza Sahel, de cuya Asamblea General acaba de asumir España la presidencia.

Sánchez defendió ante los mandatarios del G5 Sahel (Mauritania, Níger, Burkina Faso, Malí y Chad) que en esta “lucha” contra el terrorismo la “prioridad debe ser apoyar a quienes ahora mismo sufren más directamente la barbarie terrorista”, que son los “ciudadanos y las instituciones”.

“No están solos” y “haremos todo lo que esté en nuestra mano para ayudarles a vencer este terror fanático y criminal que se lleva víctimas inocentes”, trasladó el presidente español en su intervención en inglés.

El presidente ahondó en que, en el Sahel, el “terror se ha mostrado indiferente a la propagación mundial de la pandemia del Covid-19” y eso añade “un nuevo factor de desestabilización en la región, amplificando la vulnerabilidad económica y llevando al límite la resiliencia de las sociedades”.

Por ello, Sánchez apeló a la unidad de acción porque “nuestros enemigos tienen por objetivo llevar el conflicto tan lejos como puedan, es decir, tan lejos como les dejemos”. “Es imperativo, por tanto, que el Estado vuelva a estar presente en todas aquellas zonas donde ahora es débil. El Estado debe estar unido para ser más fuertes. Debe hacerlo para cumplir con su primera tarea, que es la de proteger a sus ciudadanos”, trasladó a sus homólogos africanos y al francés, Emmanuel Macron.

“La crisis ya no puede ser considerada como una cuestión estrictamente saheliana”, reiteró el presidente, por lo que, “si los miembros de la comunidad internacional queremos avanzar en la solución, debemos también trabajar codo con codo con países como Senegal, Costa de Marfil, Ghana o Nigeria, y tener en cuenta el potencial de organizaciones» como la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao), formada por Benín, Burkina Faso, Cabo Verde, Costa de Marfil, Gambia, Ghana, Guinea, Guinea-Bisáu, Liberia, Malí, Níger, Nigeria, Senegal, Sierra Leona y Togo.

“Cuanto más se extienda la amenaza de los radicales, más fuertes se harán, más complicado será frenarles y más recursos financieros y humanos tendremos que destinar a luchar contra ellos”, sentenció Sánchez en un llamamiento a dejar de ser “reactivos” porque “ha llegado la hora” de “pasar a ser preventivos, sobre todo en los países más allá de la frontera sur del Sahel”.

En su intervención en la cumbre, a la que España fue invitada, Sánchez destacó que Mauritania es un “país amigo y una referencia en la región por múltiples motivos: por nuestra proximidad geográfica, por la excelencia de nuestra cooperación en numerosos ámbitos, así como por su estabilidad y fortaleza institucional, que le han permitido culminar un ejemplar y democrático traspaso de poder y plantar eficazmente cara al terrorismo”.

MISMO VIENTO QUE CANARIAS

El presidente ejemplificó que España es el país europeo más cercano al Sahel comentando que en Canarias se sufrió “directamente, al igual que nuestros amigos sahelianos, el Harmatan del desierto” el pasado febrero. “Ese viento frío y seco que nos recuerda que nada de lo que ocurre en el Sahel puede ser ajeno a mi país. En realidad, nada de lo que ocurra en el Sahel puede ser ajeno a ningún país europeo”, sostuvo.

La Unión Europea considera el Sahel como frontera geopolítica y uno de los puntos geoestratégicos donde hay que intervenir más para lograr paz, seguridad y desarrollo económico. Y de ahí la necesidad que, desde España, se ve en invertir en la misión EUTM Mali, muy enfocada en la seguridad, y que será reforzada con hasta 300 efectivos en las próximas rotaciones de militares, según fuentes gubernamentales

Ante la situación de la región, agravada por la pandemia, se ha ido extendiendo las zonas donde no hay Estado ni Gobierno ni autoridades y, por tanto, el terrorismo campa a sus anchas.

Hacer frente a esta situación, explican dichas fuentes, es una inversión muy a largo plazo, en la que están apostando mucho Francia, España y Alemania y algo menos Italia en lo que a la seguridad se refiere.

La labor en la región es un pulso a largo plazo en el que se quiere evitar que siga extendiéndose esta mancha del ‘no Estado’ por más regiones.

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