La misteriosa transformación de la cara de Letizia Ortiz

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Infancia en Asturias

La actual reina de España nació el 15 de septiembre de 1972 en Oviedo. Hija del periodista asturiano Jesús Ortiz y la enfermera Paloma Rocasolano, Letizia es la mayor de tres hermanas. Durante su infancia en Oviedo cursó primaria en el colegio público Gesta, donde también lo hicieron sus hermanas Telma y Érika. La pequeña Letizia destacaba en sus estudios de EGB e iba a clases de ballet tres días por semana.

Además, comenzó desde muy pequeña a hacer sus pinitos en la radio. Aquí podemos ver el rostro angelical que hoy en día tienen sus hijas Leonor y Sofía.

Adolescencia en Madrid y estudios universitarios

Letizia Ortiz se consagró como buena estudiante durante la primaria y la secundaria, y no iba a ser menos en los estudios superiores. A los 15 años tuvo que mudarse junto a su familia a Madrid debido al trabajo de su padre. Siguiendo los pasos de su progenitor y de su abuela, Letizia se matriculó en Ciencias de la Información en la Universidad Complutense de Madrid. Una decisión que cambiaría su vida tanto profesional como personalmente.

La mayor de los Ortiz-Rocasolano se mostraba en su juventud feliz y risueña, sin imaginar que un día sería Reina de España.

Trayectoria profesional

Ya desde joven Letizia destacaba por su belleza natural. Tanto es así que a mediados de los años 90 fue la musa del pintor cubano Waldo Saavedra. En ese entonces la futura reina de España trabajaba para el diario mexicano Siglo XXI, tras haber terminado la carrera y haber realizado prácticas como becaria en La Nueva España de Oviedo, en ABC y la Agencia EFE.

Tras realizar un máster en información audiovisual, viajó a México para comenzar unos estudios de doctorado, los cuales nunca terminó.

Presentadora de TVE

Letizia Ortiz comenzaba en Televisión Española una imparable carrera como periodista. La comunicadora parecía que estaba viviendo su mejor momento tanto personal como profesional. Tras diez años de noviazgo, contrajo matrimonio en 1998 con Alonso Guerrero, profesor de Lengua y Literatura en un Instituto de Madrid donde ella estudió. Pero el amor les duró muy poco y un año después de divorciaron.

Al poco tiempo comenzó en la televisión gracias a CNN+ y Bloomberg TV. En el año 2000 una jovencísima Letizia Ortiz se incorpora a Televisión Española, primero para la edición veraniega de Informe Semanal y más adelante con el equipo de edición de la segunda edición del Telediario, el cual acabaría presentando.

Una nueva vida: compromiso con el príncipe de Asturias

Durante un tiempo, la presentadora de informativos mantuvo una relación secreta con Felipe de Borbón. De hecho, durante los premios Príncipe de Asturias de 2003, cuando la relación entre ambos ya estaba consolidada, pero desconocida para el público, Letizia Ortiz cubrió dicho evento.

Meses más tarde la Casa Real decide anunciar el compromiso de los actuales Reyes de España. La noticia fue toda una bomba informativa. La futura reina de España era plebeya y divorciada, algo que no fue visto con buenos ojos por algunos sectores de la población.

El día de su pedida de mano, pocos días después de conocerse el noviazgo, Letizia aparece ante las cámaras (y excompañeros de trabajo) tímida y con semblante nervioso, pero poco a poco se convierte en la protagonista indiscutible. Durante esos años vemos a una Letizia Ortiz de lo más natural. La ya entonces heredera al trono luce un rostro con maquillaje discreto y sin intervenciones quirúrgicas.

Primeros cambios en su rostro

Letizia Ortiz comienza a asimilar que va a ser reina de España. Para ello recibe clases de protocolo, mejora idiomas y perfecciona su imagen. Si al principio la vemos con un rostro más discreto, tras su boda con Felipe de Borbón, Letizia comienza a usar un maquillaje más marcado, con sombras en los ojos y labios pintados de un color intenso.

En 2004, tras el enlace, también vemos cómo su cara está más delgada y alargada, fruto de una pérdida de peso. Su rosto comienza a verse más duro y su piel menos tersa.

Aparición de la fatiga

Tras el nacimiento de Leonor de Borbón, su primera hija y futura heredera al trono, en el rostro de Letizia aparecen evidentes signos de fatiga y los surcos nasogenianos van haciendo mella en su imagen.

Aquí lo más probable es que el incremento de eventos en su agenda, el nacimiento de su primera hija y el estrés que supone ser princesa de Asturias provocaran que Letizia perdiera peso y se manifestara en su cara.

Operación de nariz

Tras publicarse multitud de informaciones sobre una operación de nariz, la Casa Real anunciaba en un comunicado que la princesa de Asturias se había sometido a una intervención quirúrgica por «problemas respiratorios», pero las imágenes demuestran que Letizia no sólo aprovechó para hacerse una septorrinoplastia sino que también se habría arreglado el mentón.

Este cambio hizo que su rostro se afinara y se volviera más dulce. Su nariz se volvió más recta y menos huesuda. Esta operación se produjo en 2008, un año después de que naciera Sofía, la segunda hija del matrimonio Borbón-Ortiz y de que muriera su hermana Érika. Un año lleno de contrastres emocionales.

Comienza a usar brackets

Con el paso de los años Letizia ha ido ganando confianza en sí misma, se ha convertido en una referente para la moda y es el centro de todas las miradas allá por donde va. Su estilo ha sufrido un cambio y su look se ha ido volviendo más juvenil.

Así que la princesa decidió en 2010 ser más perfecta de lo que ya era y se puso brackets para mejorar sus dientes. El aparato dental que uso era apenas imperceptible, se trata de una de las opciones más utilizadas entre las celebrities para mejorar su sonrisa. A pesar de que muchos medios de comunicación lo publicaron al ser evidente, la Casa Real lo desmintió.

La delgadez de Letizia influye en su rostro

 

Hace apenas unos meses vimos a Letizia luciendo una brazos extremadamente delgados. La Reina siempre ha sido muy delgada, pero en algunas ocasiones lo ha estado más de la cuenta.

Esta delgadez perjudica notablemente a su rostro. Los surcos nasogenianos estaban muy marcados y las patas de gallo y arrugas propias de la edad no la perdonaron. En definitiva, Letizia tenía una piel poco lustrosa. Es probable que mostrara esta imagen por el estrés que le supondría conocer que su suegro abdicaba y ella se convertiría próximamente en Reina de España.

Rellenos, vitaminas y… ¿toxina botulínica?

El día de la proclamación vimos a Letizia con un aspecto saludable y mejorado. Su rostro comenzaba a verse mucho más luminoso y relleno, y la piel más tersa. Pero, ¿cómo consigue la reina este aspecto a los 41 años? Esta apariencia puede conseguirse con la inyección de ácido hialurónico y vitaminas.

Esto hace que desaparezcan las líneas de expresión y la piel se vea más jugosa. Muchos expertos en cirugía han coincidido en los últimos meses en que esto se consigue también con la toxina botulínica. También ha podido elevar sus párpados con silicio orgánico y tocoferol.