Tu cuerpo es bastante sabio, y en ocasiones, te manda señales para que sepas lo que le sucede. El ejemplo más claro es un bostezo, pero, si te fijas bien, puedes llegar a detectar cuando tienes una deficiencia de hierro.
El hierro es un mineral muy importante para el funcionamiento correcto de tu cuerpo. Entre sus múltiples funciones destacan la de ayudar con la formación de proteínas y musculares y la de la producción de hemoglobina.
Por lo cual, la deficiencia de este mineral causa un nivel bajo de glóbulos rojos o hemoglobina. Esto hace que los músculos y tejidos no reciban la cantidad de oxigeno necesaria por lo cual, no trabajan con el mismo rendimiento.
Anemia por deficiencia de hierro o anemia ferropénica
Esta anemia es una de las más frecuentes en los pacientes. Y como consecuencia, este déficit puede hacerte sentir cansado la mayoría del tiempo, sin alguna causa aparente y con dificultad para respirar.
De manera general, la anemia causada por deficiencia de hierro en el organismo puede corregirse si tomas suplementos que contengan este mineral. Sin embargo, en algunas ocasiones las pruebas o tratamientos adicionales son necesarias, en especial si tu médico sospecha de un sangrado interno.
Por otra parte, se calcula que alrededor del 4% de las mujeres en España tienen este tipo de anemia. De igual manera, la anemia ferropénica puede darse en ambos sexos.
