Mascarillas prohibidas que no son útiles: te pueden multar si aún las usas

Hace ya unos meses desde que se impuso la obligatoriedad de las mascarillas en espacio público. Al poco tiempo de aquello, a finales del verano, empezaron también a prohibirse ciertos tipos de mascarillas. Las autoridades sanitarias tomaron esa decisión al percatarse de que ciertos modelos de mascarilla, además de no proteger al portador, podrían estar incrementando la difusión y expansión del virus.

Aunque ha pasado ya un tiempo desde aquello, sigue habiendo cierta confusión en la ciudadanía a ese respecto. Tanto la Organización de Consumidores y Usuarios como el Ministerio de Sanidad han recopilado pruebas contundentes y evidencias fiables acerca de una serie de mascarillas que no son útiles y, por tanto, no deben utilizarse. Estas son las mascarillas que ni son eficaces ni son legales.

Las mascarillas “egoístas”

Mascarillas

Hay cierta clase de mascarillas cuyo uso estuvo muy extendido en los primeros meses de la pandemia. Todavía no se conocía muy bien su funcionamiento, pero pronto fueron saliendo a la luz sus inconvenientes. Fernando Simón, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, fue quien las bautizó como “mascarillas egoístas” cuando salieron a la venta allá por el mes de junio. 

Se trata de las mascarillas FP2 y FFP3 con válvula. Y se llaman egoístas porque protege a quien las lleva, pero no a las personas que están a su alrededor. El Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid prohíbe explícitamente dichas protecciones. “La mascarilla no debe estar provista de válvula exhalatoria, salvo en los usos profesionales para los que este tipo de mascarilla pueda estar recomendada”, explica el punto séptimo del documento.