Los frutos secos son un alimento con una gran valor nutritivo. Los frutos secos son, por lógico, aquellos frutos que contienen un bajo porcentaje de agua en su composición. Se trata, por lo general, de alimentos muy concentrados en términos energéticos. Entre sus muchas propiedades nutricionales se puede resaltar su contenido en grasas saludables, muchas de ellos con ácidos grasos omega-3 en su composición.
Son además productos que no engordan, pese al mito muy difundido que afirma que así es. Los frutos secos son ricos en fibra y proteínas vegetales. Ambas son sustancias que generan saciedad rápido, lo que nos impide consumirlos en grandes cantidades y terminar engordando.
Comer y dormir
Además, hay algunos frutos secos que son excelentes para conciliar el sueño. La alimentación es, en general, uno de los factores decisivos a la hora de tener un sueño plácido y reparador. Las comidas con carbohidratos, azúcares refinados, grasas saturadas o alcohol dificultan el sueño. Generan digestiones pesadas, dolor estomacal, sueño intermitente…Es precisamente ese el motivo por el que hay ciertos alimentos no recomendados para la hora de la cena.
En cambio, hay otros alimentos que ayudan a conciliar el sueño. Son aquellos que contienen melatonina, la hormona que regula el sueño y el ritmo circadiano del organismo. Lo mismo sucede con las comidas que contienen triptófano. En este segundo grupo es precisamente donde tenemos que colocar a los frutos secos. Pero ojo, no todos los frutos secos sirven para dormir mejor.
Pistachos
Hay estudios muy específicos referentes a la eficacia de los pistachos para dar sueño y ayudar al descanso. Investigadores de la Escuela de Nutrición y Ciencias de los Alimentos de la Universidad Estatal de Louisiana publicaron en 2019 un estudio llamado “Contenido de melatonina en pistachos americanos crudos y tostados”.
Dicha investigación concluye que los pistachos crudos contienen una cantidad más que considerable de melatonina. Tanto es así que superan a otros frutos secos como la nuez y a alimentos como frutas, verduras, cereales o legumbres.
La melatonina, esa hormona tan importante en nuestro organismo, puede ayudarnos a solucionar problemas de sueño. Por ejemplo, a superar un trastorno como el jet lag y ajustar nuestros ritmos de sueño y vigilia. Y no es la única virtud de este fruto seco rico en magnesio. Los pistachos reducen el estrés y tienen abundante selenio, un producto mineral antioxidante. Un buen puñado de pistachos puede aportarte el mismo potasio que comerte un plátano.
Nueces
Las nueces podrían llevar perfectamente el título de “superalimento”. En ellas encontramos más de una veintena de minerales y vitaminas. Tiene altísimo contenido en fibra, cobre, manganeso, fósforo y magnesio. Podríamos pasarnos horas hablando de los beneficios que le procuran las nueces a quien las come.
Al igual que sucede con otros frutos secos, es una fuente de ácidos grasos omega-3 y ácido linoleico. Las proteínas son otro de sus fuertes, pues más de una séptima parte de la nuez es proteína pura. Es un alimento ideal para las personas que sufren problemas de corazón y circulatorios. También sirven para reducir el colesterol.
Pero vamos a los que nos interesa, que es dormir a pierna suelta. Las nueces, como ya hemos indicado, tienen melatonina. No tanta como los pistachos, pero sí en una cantidad considerable. Las nueces tienen una peculiaridad en sus ácidos grasos. Gracias al ácido alfa-linolénico, un subtipo de ácido graso omega-3, se estimula la producción de serotonina en el cuerpo. Y eso nos lleva a donde queremos ir: al séptimo cielo.
Almendras
Las almendras sirven para casi todo. No hay dolencia o problema que no nos ayude a solucionar este fruto seco tan rico, ¡y tan caro! Las almendras están hechas de muchísimos nutrientes. Se calcula que, tomando solamente 28 gramos de almendras, obtienes el 18% de las necesidades diarias de fósforo y una cuarta parte del manfaneso que necesitamos cada día.
Son un alimento que no puede faltar en nuestra dieta con cierta regularidad. Investigaciones solventes han probado que comer almendras implica un menor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas. Entre ellas, enfermedades del corazón y la diabetes tipo 2. Ello se debe a su alto contenido en grasas monoinsaturadas saludables, fibra y antioxidantes.
Respecto a su relación con el sueño, se publicó en 2017 el estudio “Dietary Sources and Bioactivities of Melatonin”. Este confirma lo que ya se sabía. Y es que este fruto seco es una fuente de melatonina, lo que ayuda a combatir el insomnio.
