Si ahora apestas más (a pesar del desodorante), tu cuerpo está dando un aviso

El cuerpo es sabio y a veces avisa por los cauces más inesperados. Hay ciertas enfermedades que se detectan a través de olores corporales. Pero esto no es una excusa para que, si alguien no se ducha, pueda decir que está enfermo. Si has notado que, a pesar de usar desodorante y mantener tu higiene perfecta, tus axilas emiten un mal olor que no es normal, quizás tu cuerpo te esté dando un aviso.

Hay ciertas personas que sufren de una enfermedad que se llama Bromhidrosis o Osmidrosis. Este problema hace que nuestro cuerpo emita un excesivo mal olor corporal que resulta ser desagradable. Este mal olor sin duda que condiciona la vida de las personas que lo sufren y de las que le rodean. El olor agrio, rancio, húmedo o amargo, que es como se ha descrito por especialistas, se suele dar en las axilas.

Bromhidrosis

Si Ahora Apestas Más (A Pesar Del Desodorante), Tu Cuerpo Está Dando Un Aviso

La Bromhidrosis se causa por la secreción de las glándulas apocrinas situadas en la piel de las axilas que se encargan de segregar sudor. Hemos notado que los adolescentes que entran en la pubertad comienzan a oler más fuerte que cuando son niños, es debido a estas glándulas que segregan un sudor.

El olor es causado por la descomposición de las secreciones apocrinas, por las bacterias de la superficie de la piel que generan amoniacos y ácidos grasos que generan este olor fuerte y característico. Esto quiere decir que el sudor sí que es salado, porque es termorregulador del cuerpo, pero es inoloro. Los estudios han determinado que las personas que sufren de bromhidrosis tienen unas glándulas apocrinas de mayor tamaño y más numerosas que las personas sanas.

Esta enfermedad tiene solución. No es otra que mantener una higiene personal adecuada y la utilización de jabones antisépticos. No se debe reutilizar la ropa y siempre es mejor la depilación de las axilas para evitar la retención de sudor y el crecimiento bacteriano. La alimentación tiene gran parte de culpa también en esta afección, hay que identificar y eliminar los alimentos que puedan provocar el mal olor y usar desodorantes que prevengan el mal olor.

Diabetes

Si Ahora Apestas Más (A Pesar Del Desodorante), Tu Cuerpo Está Dando Un Aviso

Hay otras enfermedades que pueden detectarse por olores corporales o de otro tipo. Por ejemplo, uno de los síntomas que dan muestra de que una persona es diabética es su mal aliento. La diabetes se debe a que el páncreas no sintetiza la cantidad de insulina que el cuerpo humano necesita. La insulina es una hormona que se produce en este órgano y que ayuda a que la glucosa que consumimos entre en las células para suministrarles energía.

Si el páncreas no segrega esta insulina, es necesario administrarla externamente para evitar la subida de los niveles de glucosa en la sangre, que no es otra cosa que el azúcar, y que puede dañar gravemente los órganos, incluso provocar la muerte.

Entre otras cosas, la diabetes puede llevar a sufrir de cetoacidosis, es decir, que se produzca una cantidad de ácidos excesiva en sangre. Estos ácidos harán que pueda cambiar tanto el olor del aliento como el olor corporal, que se vuelve más áspero y picante. Este problema tiene tratamiento y puede solucionarse.

Otras enfermedades

Si Ahora Apestas Más (A Pesar Del Desodorante), Tu Cuerpo Está Dando Un Aviso

La Trimetilaminuria o TMAU es otra de esas enfermedades que provocan un olor desagradable en el cuerpo humano. Esta enfermedad es conocida como el síndrome de olor a pescado y tiene origen metabólico y un alto componente hereditario. Las personas que lo padecen, como ya os podéis imaginar, se identifican por un olor intenso a peces en descomposición.

Esta enfermedad es causada en el intestino al digerir ciertos alimentos. Las personas con TMAU disponen de la Trimetilaminuria, una sustancia para descomponer alimentos, con lo que por eso sufren de este olor crónico. Esta enzima es la encargada de metabolizar el compuesto generado en la digestión y por eso no son capaces de eliminarlo. La mala noticia es que no se puede curar esta enfermedad, sin embargo, si hay medios para mitigar el olor.

La Acidemia Isovalérica se presenta en niños mediante síntomas que pueden ir desde vómitos a convulsiones. Es de componente genética y se causa por una deficiencia en una enzima llamada isovaleri-CoA-deshidrogenasa. Esta deficiencia es la causante de que no se procese correctamente el aminoácido leucina.

Este exceso de leucina provoca un mal olor muy intenso y que es muy parecido al que producen los pies sudorosos. Algo más grave que puede conllevar esta enfermedad es un retraso en el crecimiento. También puede provocar pancreatitis y acidosis metabólica.

Esta enfermedad no dispone de cura, pero se pueden tratar los efectos que provoca y mitigar los daños. Sin embargo, si la dejamos pasar o no hacemos caso a los síntomas, puede llegar a ser mortal, así que hay que tomarla en serio.